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El juez Del Olmo levanta el secreto sumarial de los informes sobre los atentados de Madrid

La célula del 11-M copió sus técnicas de terroristas palestinos

Acebes omitió pasajes de la reivindicación de la masacre que aludían a la guerra de Irak «Seguid a l

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo | Alfonso Toricesa - madrid
León

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Los terroristas del 11-M no fueron originales ni en sus bombas ni en su forma de actuar. La célula integrista de Serhane Ben Fakhet, El tunecino, se limitó a copiar, gracias a Internet, las técnicas tradicionales del terrorismo palestino, plagiadas a su vez por los grupos islamistas influidos por Al Qaida. Los terroristas de Madrid -creen los investigadores- no necesitaron que nadie les instruyera para cometer el mayor atentado de la historia de Europa. Esta es la principal conclusión de los análisis policiales, periciales y técnicos enviados al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo y sobre los que el magistrado levantó ayer el secreto sumarial. Las decenas de informes dejan claro que el grupo terrorista de Madrid se limitó a imitar a los yihadistas que desde inicio de la década de los noventa siembran de bombas Israel y otros países que consideran infieles. La Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NBQ, los especialistas que analizaron la 14ª mochila bomba que no estalló, destacan las «semejanzas del artefacto desactivado» en la Comisaría de Puente de Vallecas la madrugada del 12-M y las bombas utilizadas «por grupos terroristas contra Israel». Para los técnicos es revelador el hecho de que tanto unos como otros, y a diferencia de otras organizaciones, utilicen grandes cantidades de clavos a modo de metralla. Una técnica especialmente efectiva para provocar el mayor número de víctimas. Según los Tedax, también el hecho de que los terroristas de Madrid escogieran los trenes como escenarios de sus atentados supone una adaptación de las técnicas habituales de grupos como Hamas, Yihad Islámica o las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que también suelen elegir los medios de transporte multitudinarios. También la activación de los artefactos mediante teléfonos móviles es una táctica que iniciaron los terroristas palestinos. De hecho, los servicios de Inteligencia israelíes habían facilitado a la policía española fotografías de artefactos activados con estas terminales incautados en Gaza. No obstate, los especialistas advierten de que otros grupos, como ETA, han activado asimismo bombas con teléfonos celulares, ya que esta técnica se ha extendido gracias a internet. Terroristas suicidas La policía nacional asegura a Del Olmo que la célula de Madrid copió una puesta escena y unos métodos que, al menos desde 1993, usan los mártires palestinos. Los especialistas en explosivos de la policía creen, incluso, saber de dónde pudieron sacar los terroristas del 11-M los detalles para confeccionar los chalecos con los que aparecen en el vídeo encontrado entre los escombros de la casa de Leganés: de unas fotografías que fueron confiscadas en el ordenador portátil de Mohamed el egipcio, el presunto cerebro de los atentados detenido en Milán. Pero los papeles desclasificados por Del Olmo van más allá de la preparación del atentado y se refieren también a los días posteriores a la masacre. Así, el 13 de marzo, horas antes de que se abrieran los colegios electorales, los terroristas del 11-M dejaron una cinta de vídeo en una papelera cercana a la mezquita de la M-30. Era la primera reivindicación fiable de los atentados en nombre de la yihad. Esa misma noche, el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, en aras de la «transparencia informativa» hizo público el que aseguró que era el contenido íntegro de la grabación. Sin embargo, la traducción no estaba completa. Aunque en la primera versión facilitada por Interior sí que se recogió que el 11-M era «respuesta a vuestra colaboración con los criminales Bush y sus aliados» no se dijo que la masacre de Madrid era una represalia por «matar a nuestros niños y mujeres». Pero sobre todo, explican los investigadores, quedó fuera una frase clave que amenazaba con nuevos atentados si España no abandonaba Irak: «Juramos por Dios todopoderoso que si no cesáis en vuestra injusticia y en las muertes de musulmanes con la excusa de combatir el terrorismo, volaremos vuestras casas y derramaremos vuestra sangre como si fuesen ríos». El Ministerio del Interior tampoco hizo mención alguna, ni siquiera parcial, a todo un pasaje que reiteraba que la presencia en Irak había desencadenado la yihad en Madrid. «Nos hemos preparado para lo que llenará de terror vuestros corazones». Nada dijo tampoco el titular de Interior el 13-M de que la reivindicación incluía, al principio y al final de la locución, varios versos del Corán.