«Hace tiempo que está prohibido construir más de diez plantas»

El siniestro del madrileño edificio Windsor ha hecho saltar todas las alarmas, hasta el punto de que no pocas ciudades se plantean inspeccionar, en alturas grandes o medianas, los sistemas de seguridad de inmuebles a los que en supuestos de accidente no tendrían acceso los cuerpos municipales de bomberos. En León se niega que exista riesgo alguno, según el concejal delegado para la policía y bomberos, Ángel Valencia, pero, por si acaso, tampoco se descarta realizar de forma preventiva el mismo tipo de controles. -En Madrid tienen ya prisa por hacerlo. ¿Y aquí? -Aquí tenemos un edificio de catorce pisos y media docena de más de diez. Pero, viendo lo que pasó en Madrid, se puede decir que a efectos de precaución contra el fuego los materiales que se suelen utilizar aquí son más seguros que los de allí, aunque pueda parecer mentira. A mayores tenemos un brazo articulado que alcanza hasta la planta catorce, de modo que no tendría por qué haber problemas de evacuación si se produjera un suceso de estas catacterísticas, o sea, que podemos acceder de abajo a arriba perfectamente. Es un problema muy diferente. Hombre, si hay un fuego muy grante habrá que apartar algo en la acera el camión del brazo articulado, con lo cual a lo mejor sólo llegábamos al piso doce o trece, pero prácticamente estaríamos arriba. -Desde 1978 no se puede construír más de diez pisos, pero hay barrios enteros que, como Eras de Renueva o La Chantría, rozan por sistema los diez, cuando no los superan en áticos o retranqueos. ¿Es inevitable en el urbanismo actual? -A nadie se le ocurriría ahora levantar más de diez pisos, entre otras cosas porque todo está muy controlado, aunque antes no pasara lo mismo. Sería una barbaridad y a nadie se le ocurriría, por ejemplo, proyectar uno de quince plantas aquí, porque sabe que no tendría licencia. -¿Cómo responsable del parque de bomberos le preocupa que, por ejemplo, entre los edificios más altos de León estén los hospitales? -No creo que fuera preocupante, porque creo recordar que el Princesa Sofía tiene trece alturas y, como he dicho, nosotros podemos llegar sin grandes problemas hasta la catorce. Estaríamos en la raya y quizá fuera un inmueble delicado, pero yo pienso que no tiene por qué resultar problemático. Tampoco es comparable al caso Windsor, porque, teniendo menos altura, también tiene unas dimensiones de ancho y largo más fáciles de atacar en caso de apuros. Pienso que los medios de que disponemos en León son suficientes para cubrir eventuales supuestos. Aunque sea lento, el vehículo con brazo articulado que tenemos ahora vale para todo y tiene fundamentalmente como labor la de rescates o de ayuda, y eso está más que comprobado. -¿Después de lo de Madrid viviría tranquilo aquí en un décimo piso? -Yo vivo en el séptimo de una casa que tiene nueve, aunque quede todavía otro por encima para servicios, maquinaria de ascensores, etcétera. Tampoco es muy bajo ¿No?. Quiero decir que yo vivo y duermo perfectamente tranquilo con mi familia y soy de los que piensa, al margen de lo que está saliendo en los medios de comunicación, hay que tranquilizar a la gente. Puede que haya quien no piense como yo, pero creo que no hay razones para preocuparse. Temos un servicio de bomberos integrado por excelentes profesionales y que están de servicio en turnos que cubren las veinticuatro horas del día. ¿Hacer inspecciones como en Madrid? Es una posibilidad que no hay que descartar y un trabajo que se podría encargar a los mismos bomberos mientras no haya otra tarea. Pero formalmente no se ha planteado todavía. -¿Piensan reforzar los servicios municipales contra incendios o consideran suficientes los que ya hay? -Ahora mismo tenemos una plantilla de aproximadamente 85 funcionarios que se ha ampliado con oposiciones todavía recientes, de manera que cubre las necesidades actuales. Creemos que la plantilla está perfectamente dotada y cuenta con personal suficiente. No es probable que haya más oposiciones antes de un año o año y medio. ¿En cuanto a material? Aparecen nuevas tecnologías y se van adquiriendo poco a poco, como todo en la vida. De momento sólo se está hablando, pero sin nada concreto, de adquirir otro vehículo con brazo articulado con parecidas características al que tenemos ahora, sólo que más moderno. Costaría unos ochenta o noventa millones de las viejas pesetas y también tendría unas prestaciones muy altas, pero es un tema que sólo está en estudio, entre otras cosas porque las arcas municipales no dan para mucho.