Los técnicos que accedieron al Windsor salieron «impresionados» por el estado del edificio
Los bomberos alertan de que existe un riesgo «elevado» de derrumbe
Un segundo equipo, con policías científicos, entró por la tarde para buscar el origen del fuego
La estructura del edificio Windsor se encuentra «bastante afectada» por el incendio, la estabilidad de su núcleo central es «relativa», hay zonas «muy inestables y peligrosas», y con un riesgo «muy elevado» de derrumbe. Éste es el primer informe que emitieron los cuatro bomberos del Ayuntamiento de Madrid que a las 09.15 horas de ayer penetraron en los restos del inmueble siniestrado en la noche del sábado. Esta dotación de voluntarios pudo llegar por el núcleo central hasta la última planta, la 28, aunque ninguno entró en ella porque la puerta de acceso estaba cerrada. A las 11.26 iniciaron el regreso, y a las 12.05, casi tres horas después de entrar, consiguieron abandonar el edificio sin haber sufrido daños. El portavoz de los bomberos que entraron en el edificio, el subdirector general del cuerpo, Medardo Tudela, aseguró en rueda de prensa que lo que vieron dentro «impresiona». «Nos hemos encontrado un deterioro creciente del inmueble según hemos ido ascendiendo», resaltó. Asimismo, precisó que algunas plantas del rascacielos están «macizadas» de escombros, por lo que no pudieron adentrarse en ellas. Y añadió: «Lo que más nos ha impactado ha sido, al abrir algunas de las puertas de arriba, ver cómo han desaparecido las plantas supe-riores. Impresiona salir del hueco de la escalera y comprobar que la planta ha desaparecido, y que en otras no puedes entrar por estar totalmente macizadas de escombros». La inspección visual y fotográfica les sirvió para comprobar que en algunos puntos aún seguía habiendo focos de calor, aunque no fuego. Las plantas más afectadas, según Tudela, son las que van de la 21 (donde se originaron las llamas) a la 27. Igualmente señaló que como el riesgo de derrumbes puntuales todavía no está descartado, se mantendrán las extremas medidas de seguridad dispuestas. Pertrechados de herramientas, comunicaciones y elementos de fijación y seguridad, comprobaron la accesibilidad, las posibles vías de escape, así como el estado de la estructura del edificio. Una vez fuera, decidieron que el equipo 2 podía acceder a su interior. Segundo equipo Sobre las dos y media de la tarde, otra expedición (integrada por bomberos especialistas en arquitectura, siniestros y captación de datos, técnicos de Control de Edificación del Ayuntamiento de Madrid y componentes de la Policía Científica) se introdujo en los restos de la torre con objeto de investigar las causas del siniestro.