Zapatero acusa a sus socios de no tener alternativa y Rajoy vaticina la abstención

El presidente del Gobierno criticó ayer la oposición al tratado constituyente europeo de sus socios parlamentarios, Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Catalunya. José Luis Rodríguez Zapatero acusó a las dos formaciones de haber apostado por el «no» con un convencimiento «relativo» para diferenciarse del PSOE. Una estrategia que, a su juicio, demuestra una «falta absoluta de alternativa». Tras expresar su respeto por quienes apuestan por votar en contra de la Constitución europea, el jefe del Ejecutivo consideró que la de IU y ERC es una postura que puede tener resultados «a muy corto plazo», pero que no es de largo recorrido porque la mayoría de los españoles están de acuerdo con el proceso de unidad europea y votarán «sí». Aunque no quiso opinar sobre el grado de convencimiento del PP al pedir el voto afirmativo al tratado, Rodríguez Zapatero consideró que los populares tienen una actitud «poco constructiva» cuando le acusan de tener demasiadas prisas por convocar el referéndum y de tardar en informar a los ciudadanos del contenido de la Constitución. Unas críticas que repitió AyER mismo Mariano Rajoy. Miedo a la abstención En este sentido, dijo entender que el PP tenga la «tentación» de atacar al Gobierno en esta campaña, pero recordó que España ha llegado tarde en su historia «a demasiadas cosas» por culpa de determinadas elites «que nunca confiaron ni apreciaron al pueblo». El presidente del PP, Mariano Rajoy, consideró que una participación del 50% en el referéndum sobre la constitución europea es el mínimo para que la consulta no sea un fracaso. El líder popular, que hasta la fecha se había negado a concretar este dato, recordó el número de votantes que acudieron a las urnas en la consulta de 1978 sobre la Constitución fue de alrededor del 68%, y en la de la OTAN, entre un 59 y un 60%, lo que le llevó a concluir que le gustaría que «al menos» un 50% de los ciudadanos ejerza de su derecho al voto el próximo domingo. En cualquier caso, Rajoy quiso dejar bien claro que la única obligación de los partidos es «fijar posición» ante la carta magna europea y subrayó que la «máxima responsabilidad» sobre la participación la tiene el presidente del Gobierno. «Cuando alguien -sostuvo- convoca un referéndum, conseguir que vaya la mitad del censo electoral a votar no es ciertamente mucho pedir». A su juicio, José Luis Rodríguez Zapatero ha «errado» en todo lo relativo a la convocatoria y la campaña, pues «se ha fiado mucho de la improvisación y de la genialidad de última hora». El jefe de la oposición estimó que el único argumento que el Ejecutivo ha esgrimido para justificar sus prisas es «el de ser los primeros en Europa», y «ya veremos cuales son las consecuencias».