Varios robots realizarán los trabajos de demolición en el interior del edificio siniestrado
Un vídeo muestra a dos personas en el piso 16 del Windsor en pleno incendio
El Ayuntamiento confirma que no son bomberos y que la torre estaba desalojada
Una videoaficionada grabó desde un edificio cercano imágenes del interior de la torre Windsor en llamas en las que se muestra la silueta de lo que parecen al menos dos personas en un despacho de la planta 16, entre las tres y las seis de la madrugada. El vídeo, que ha sido emitido por varias cadenas de televisión, muestra dos siluetas en movimiento en un despacho, con la luz encendida, y varias plantas por debajo de la 21, en la que se originaron las llamas. Las imágenes fueron tomadas por una mujer desde un edifició cercano, primero a las tres de la madrugada y de nuevo más tarde sobre las cinco, pero siempre después de que el Windsor fuera desalojado. La mujer que grabó el vídeo y su marido llamaron por teléfono a los bomberos para contarles lo que veían, y les contestaron que eran compañeros que estaban dentro apagando el incendio. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid señaló ayer que no pone en cuestión la credibilidad de las imágenes captdas, pero aseguró que las dos figuras no se trata de ningún bombero, ya que éstos salieron del rascacielos alrededor de la una de la madrugada. Los vigilantes de seguridad y los encargados del mantenimiento dijeron a los bomberos a su llegada que el edificio estaba desalojado, puesto que ellos llevan el control de entradas y salidas el inmueble El Ayuntamiento de Madrid comenzó ayer la instalación de las dos primeras grandes grúas que llevarán a cabo la demolición del edificio Windsor, que fue destruido por un incendio el pasado sábado. En el caso de que se haga necesario operar dentro del inmueble siniestrado, esta tarea la llevarán a cabo pequeños robots, que estarán colgados de las grúas y podrán moverse por la superficie inte-rior de la torre. Sin operarios «Ningún operario entrará en el edificio, debido al riesgo de colapso que existe», aseguró en rueda de prensa Emilio García de Burgos, el jefe de departamento de Control de Edificación, responsable del desmontaje. Las dos grúas -cada una de las cuales cuesta cuatro millones de dólares- no podrán comenzar a trabajar hasta dentro de dos o tres días, tiempo en el que se tienen que realizar las tareas de apuntalamiento de los sótanos y galerías de Azca para que soporten la carga. También será necesaria la retirada de escombros de la vía pública y la nivelación de las inmediaciones con grandes cantidades de arena para poder emplazar y equilibrar las máquinas. «Posteriormente, y cuando se tengan todos los estudios de seguridad aprobados, podremos iniciar la retirada de la grúa que hay instalada en lo más alto del edificio», precisó García de Burgos. Después se fraccionará en trozos la estructura y se irán bajando. García del Burgo subrayó que la demolición, en la que se tardará menos de doce meses, es «complicada y laboriosa», y reconoció que nunca han trabajado en estas condiciones.