Se muestra «incrédulo» ante la acusación de que no apoyó lo suficiente en el caso «Prestige»
Aznar replica a Fraga que se volcó con Galicia y le pide que repare sus críticas
El ex presidente del Gobierno le recuerda en una carta su gratitud por el Plan Galicia
Las críticas de Fraga a la falta de apoyo del Ejecutivo de Az-nar a la Xunta en la gestión de la catástrofe del Prestige han sacado a flote las fricciones entre las dos administraciones que, durante la crisis, salieron a relucir en la defenestración de Cuíña y quedaron ocultas tras la aprobación del Plan Galicia. El que era entonces jefe del Gobierno le reprochó ayer a Fraga sus declaraciones en una carta en la que le recuerda los elogios que recibió del presidente de la Xunta, en especial a raíz de la presentación del programa de inversiones, y le pide que «no deje sin reparar» sus críticas. En la misiva, Aznar expresa a Fraga su «incredulidad» por esas manifestaciones y defiende que su Gobierno «se volcó con Galicia». El arranque de la carta es elocuente de su malestar: «La prensa de hoy trae una noticia que veo y no creo. Cuentan que en unas declaraciones efectuadas por usted ayer, una expresión suya fue interpretada como un reproche retrospectivo al Gobierno de la nación, como si éste no hubiera hecho lo suficiente por Galicia en los días trágicos del hundimiento del buque Prestige» , lamenta el ex presidente. Aznar prosigue en su escrito a Fraga, que recoge Europa Press, que recuerda «muy bien» las «extraordinarias expresiones de agradecimiento hacia la actuación del Gobierno» que el mandatario gallego «ha pronunciado ininterrumpidamente durante los últimos años». El Plan Galicia es un argumento central del correo de Aznar. Dice que aún tiene presentes las palabras de afecto que Fraga dedicó cuando el Consejo de Ministros aprobó el Plan en La Coruña, el 24 de enero del 2003, con una inversión de 12.459 millones para dar un «impulso definitivo para la modernización de Galicia y, en particular, de sus comunicaciones». Aznar alude a los «elogios segu-ramente excesivos» que Fraga le dedicó en actos en los que demandó el voto a los gallegos. También muestra su pesar por unas quejas que contradicen «las palabras que privadamente me decía usted en aquellos terribles meses, como aquella ocasión en que vino a comer a mi casa en familia». Asegura que recuerda «con especial cariño» aquella gratitud. Considera que es «conveniente aclarar las cosas», porque la hemeroteca «es muy cruel». La epístola de Aznar concluye con una defensa de la actuación de los miembros de su Gabinete más implicados en la catástrofe, con una mención especial a Rajoy con la que advierte a Fraga del daño que puede causar al PP y a su propio interés electoral. «El Gobierno se volcó con Galicia en aquel momento. Sobre todo, Mariano Rajoy, quien es hoy presidente nacional y líder de nuestro partido. También se volcaron Rodrigo Rato, Francisco Álvarez-Cascos, Jaume Matas y Elvira Rodríguez, pero sobre todo Mariano Rajoy. Por él, por usted mismo y por nuestro partido, creo que haría usted bien en no dejar que estas interpretaciones queden sin reparar. No por mí, que ya no me presentaré a unas elecciones, aunque también merezca algo de consideración», sentencia. Rajoy prefiere echar balones fuera: «Ni yo me siento aludido, ni Fraga ha hecho esas declaraciones pensando en mí». «Por Rajoy, por usted y por nuestro partido, haría bien en no dejar que estas interpretaciones queden sin reparar. No por mí, que ya no me presentaré a unas elecciones, aunque también merezca algo de consideración» JOSÉ MARÍA AZNAR Ex presidente del Gobierno