Varios de los comercios aún cerrados podrían abrir la semana próxima
Una semana después de que el incendio de la torre Windsor les desalojara a la fuerza de sus negocios, los comerciantes afectados de la zona se movilizan. Este domingo se constituirán en asociación para hablar con una única voz ante la administración, gestionar ayudas y reclamar compensaciones por las pérdidas acumuladas durante el cierre obligado por razones de seguridad. Técnicos del ayuntamiento de Madrid visitaron además ayer los nueve establecimientos que permanecen cerrados, ubicados todos dentro del perímetro de seguridad de 60 metros que rodea al rascacielos siniestrado. Algunos de ellos podrían abrir a partir del lunes. Tras el encuentro con los propietarios, portavoces municipales aseguraron que se mantendrá una línea directa de comunicación con cada uno de ellos, en reuniones bilaterales a partir de la semana próxima para informarles de cómo les afectará a corto y medio plazo el complejo operativo de desmontaje del edificio. «Intentaremos que recuperen la normalidad lo antes posible», afirmó Miguel Ángel Villanueva, responsable de Economía y Participación Ciudadana del consistorio. Aun así, algunos de los nueve comercios clausurados podrían abrir a partir de la semana próxima; otros quizá se enfrenten a un largo período de cierre. Todos ellos -un quiosco de prensa, otro de flores, una sucursal bancaria, una agencia de viajes, cuatro establecimientos de comida rápida y uno de moda joven- se reparten entre las calles Raimundo Fernández Villaverde y Orense, en el área de exclusión acordonada por la policía, y expuestas a la eventual caída de restos del inmueble.