La jornada más tranquila desde 1976

Fue una jornada de votación de las más tranquilas que se recuerdan desde 1976, año en que se celebró la primera consulta popular democrática. No hubo ningún incidente que mereciera tal categoría ni tampoco surgieron las sorprendentes anécdotas de las primeras votaciones de la democracia. El día discurrió en los colegios electorales en medio de la más absoluta normalidad, rayana en el tedio por la escasa afluencia de votantes. Un presidente de mesa llegó ebrio a la apertura de su colegio electoral en Madrid y tuvo que ser sustituido, una mujer perdió su documento de identidad en el trayecto desde su casa en Las Palmas a la mesa de votación, y una vocal embarazada sufrió una indisposición en la localidad palentina de Villamuriel de Cerrato y motivó que se retrasara media hora la apertura del colegio. Son tres de las escasas curiosidades, por llamarlo de alguna manera, surgidas en un referéndum caracterizado por la tranquilidad y un amplio despliegue de seguridad en la calle.