La nómina municipal se come la mitad del presupuesto, con 70 millones de euros

El coste medio para las acrcas municipales de un empleado, ya sea contratado laboral o funcionario, se sitúa en torno en torno a 25.000 euros por año, lo que arroja la nada desdeñable cifra de 70 millones de euros -unos 12.000 millones de las desaparecidas pesetas- que supone, a su vez, la mitad del presupuesto del Ayuntamiento. Así las cosas, para hacer frente a gastos extraordinerios o simples inversiones en cualquier barriada no hay de donde apenas sacar dinero, porque el municipio está también endeudado hasta las cejascon una deuda a bancos y cajas que supera también su propio presupuesto anual (más de 20.000 millones de las desaparecidas pesetas). En las cuentas municipales de cada año queda un margen mínimo para inversiones, salvo que se recauden recursos de los llamados «atípicos» -venta lisa y llana de suelo en terrenos de nueva eficiación, que suelen salir a subasta, como al antiguo estadio Amilivia o la no menos vieja azucarera Santa Elvira- los cuales a menudo sirven también para tapar huevos entre proveedores que reclaman con mayor urgencia deudas no menos antiguas con una tesorería permanentemente ne números rojos. PP y PSOE no han dejado de acusarse en sus sucesivas alternancias en el poder municipal de dejar «herencias» mutuas en forma de enchufismos laborales, lastrando herencias de alcaldes y equipos de gobierno que se remotan, como minimo, a los tiempos de la transición democrática, cuando la plantilla de empleados municipales era apenas la cuarta parte de la actual. El número de empleos se repartió siempre en función de la cuota de poder, de forma que ni siquiera fueron ajenos al reparto los sindicatos. Hoy todo el mundo habla con la boca pequeña y nadie levanta demasiado la voz: los que ya están en plantilla quedarán fijos. Y punto y final.