«Era como una barbie, pero lloró con ganas»

Ana tenía un embarazo normal hasta que al principio del quinto mes empieza a sentir molestias. «Fui a la consulta, el médico me da buscapina y me manda a casa sin mirarme». A los dos días pierde el tapón; en el hospital «me dicen que es cuestión de horas», pero aguantó 17días y el 1 de junio de 1998 nace Clara, «llorando con muchas ganas». Ana no pudo mirarla hasta que pasaron 24 horas. «Tuve que armarme de valor y temblaba pensando que venían a darme la mala noticia». En cambio, Carlos, el padre, tuvo la certeza de que sobreviviría «cuando la ví», a pesar de que «era como una barbie, con la cabeza del tamaño de un huevo». Sus vasos sanguíneos se transparentaban por la finura de la piel. En la foto, Clara con dos meses en la incubadora. Tuvo que esperar otros dos para dejar el «vientre» de cristal.