Tres agricultores se electrocutan con la misma línea de alta tensión en dos años

Dos agricultores del Páramo han sobrevivido en menos de dos meses a descargas eléctricas de más de 30.000 voltios derivadas del tendido eléctrico de alta tensión que se extiende desde la subestación de Hospital de Órbigo hasta la capital leonesa. Otro campesino del Órbigo todavía padece las secuelas de un accidente ocurrido en similares circunstancias en la misma zona, aunque en esta ocasión en el tramo de línea entre Hospital y Astorga, también propiedad de Unión Fenosa. El siniestro más reciente tuvo lugar el pasado 2 de febrero en San Martín del Camino. Un vecino fue atravesado por un arco eléctrico de 32.000 voltios cuando se encontraba trabajando en su tierra. La descarga le produjo quemaduras de tercer grado en las manos, los pies y en el abdomen y aún se encuentra hospitalizado. Otro de los accidentes ocurrió el 20 de octubre del año pasado, a muy poca distancia del primero. Un agricultor de Celadilla, municipio de Villadangos, también sufrió una descarga del mismo tendido eléctrico cuando se encontraba realizando labores en una de sus parcelas. El accidentado también tuvo que ser hospitalizado, aunque se recupera favorablemente. El tercer caso, mucho más lejano en el tiempo, no lo es tanto en la distancia. Otro vecino de Santibáñez de Valdeiglesias sufrió el mismo accidente. Su recuperación fue muy lenta y ha tenido que ser sometido a intervenciones quirúrgicas y enfrentarse a un largo proceso de cura, además del impacto síquico que, como el resto, padeció después de la descarga. El alcalde de Santa Marina del Rey, José Emilio Fuertes Pérez, y el presidente de la Junta Vecinal de San Martín del Camino, Luis Díaz Cañón, en una visita a los puntos donde se produjeron las dos últimas descargas, coincidieron en su propósito de iniciar gestiones tanto con la empresa titular del tendido como con la Administración autonómica para comprobar la seguridad de la línea y, en su caso, exigir las medidas necesarias que corrijan posibles desajustes. La principal característica a analizar es la distancia de seguridad del tendido, que no puede ser, por ley, inferior a seis metros de altura y que, aparentemente, en el último accidente esa distancia es muy ajustada. Estos municipios están salpicados de tendidos eléctricos, cuya ocupación genera escasos beneficios a los propietarios de las tierras, que se ven obligados a acatar la utilidad pública de los proyectos. Según los datos que maneja el alcalde de Santa Marina del Rey, las empresas pagan poco más de dos euros por metro cuadrado de ocupación y 36 euros por cada palo. La ocupación se mide estableciendo una línea imaginaria vertical de siete metros a ambos lados de la instalación, por lo que las expropiaciones se resuelven en la mayor parte de lso casos con un pago único de 180 euros. Versión de la titular de la línea Fuentes de Unión Fenosa, que es la titular de este tendido, mantienen que el tendido «cumple todas las condiciones reglamentarias» y que «ha superado» todos los controles de seguridad que se llevan a cabo periódicamente sobre cualquier instalación eléctrica. Respecto al accidente de Celadilla del Páramo, las mismas fuentes constataron que han tenido conocimiento del suceso a través de una reclamación del interesado. Siguiendo su protocolo de actuación para este tipo de casos, Unión Fenosa realizará una revisión específica sobre la línea de alta tensión. Respecto al segundo caso, muy reciente, la empresa no tiene constancia oficial, aunque mantendrá los mismos criterios de control que en el caso anterior.