Interior traslada a Abú Dahdah de León a Madrid para ser juzgado

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha ordenado en los últimos días intensificar la dispersión y el control de los 121 presos acusados de partencia a organizaciones terroristas islámicas. La llegada del primer aniversario de los atentados del 11-M ha puesto en alerta a los responsables de prisiones, que han dado instrucciones para que los funcionarios estén atentos a cualquier movimiento extraño, incluidos los presos comunes, e intercepten todas las comunicaciones de los reclusos integristas con el exterior a la búsqueda de cartas y conversaciones sospechosas. Esta operación se ha visto complicada con el obligado traslado a Madrid de los 24 integristas pertenecientes a la llamada «célula española de Al Qaida», liderado por el hispano sirio Imad Edim Barakat Yarkas, Abú Dahdah, que hasta ahora ha estado interno en la prisión de Mansilla de las Mulas en régimen de aislamiento y que ya se encuentra en la prisión de Soto del Real. El inminente comienzo del juicio, previsto para abril, ha obligado a Prisiones a diseñar un plan para que la veintena de reclusos que se sentarán en el banquillo siga sin tener contacto alguno con otros integristas o presos radicales. Este traslado ha provocado qu een la actualidad haya 59 reclusos terroristas islámicos -la mitad del colectivo- en cinco centros de la Comunidad de Madrid. Posibles captaciones La nueva alerta tiene una justificación: en las cárceles españolas hay todavía una veintena de internos musulmanes condenados por delitos ajenos al terrorismo de gran radicalismo y susceptibles de hacer proselitismo de la yihad en los centros. Así lo revela el estudio sobre la situación de los presos integristas encargado por la directora general de prisiones, Mercedes Gallizo, el pasado octubre, sólo días después de que la policía descubriera que en la prisión salmantina de Topas se había gestado en el 2002 el núcleo de la célula que pretendía, como primera acción, volar la Audiencia Nacional con un camión-bomba conducido por tres suicidas. En las últimas semanas, los responsables de Interior, además de intensificar la dispersión, han ordenado a los directores de los diferentes centros que aumenten el «control y observación» para detectar cualquier «liderazgo» dentro de esos colectivos musulmanes de presos encarcelados por delitos comunes a fin de dispersar a las personas que puedan dirigir o coaccionar a sus correligionarios tal y como sucediera en Topas hace tres años. Ninguno de los 121 internos preventivos o condenados por delito de terrorismo islámista mantiene contacto con el resto de los 59.000 presos. Prisiones ha aplicado a todos los integristas acusados de terrorismo el artículo 75 del Reglamento Penitenciario, que faculta a la Administración para establecer «limitaciones regimentales y medidas de protección personal» a los internos. La aplicación de esta legislación -explicaron fuentes penitenciarias- supone que estos supuestos terroristas quedan «en situación de aislamiento», incluida la restricción de movimientos, especialmente las salidas al patio con otros reclusos. Además, y sobre todo, la dirección penitenciaria ha prohibido el «contacto» de los arrestados con los demás presos para evitar que puedan captar adeptos en los centros penitenciarios a los que han sido trasladados. PRISIÓN AL QAIDA GIA A Lama 1 Albacete 1 1 Albolote 1 1 Algeciras 1 1 Alicante Cumplimiento 1 1 Alicante II 3 1 Almería 1 Badajoz 1 Cáceres 1 Castellón 1 Córdoba 2 Herrera de la Mancha 4 1 Huelva 1 Jaén 2 2 León 2 1 Madrid II-Meco 3 6 Madrid III-Valdemoro 10 8 Madrid IV-Navalcarn 9 1 Madrid V-Soto del Real 10 5 Madrid VI-Aranjuez 7 Monterroso 7 Nanclares de Oca 2 Ocaña I 1 1 Ocaña II 1 1 Puerto de Sta María I 2 2 Sevilla 1 1 Teixeiro-Curtis 1 2 Teruel 1 Valencia 2 1 Valladolid 1 1 Villabona 2 1 Zaragoza 4 1 Total 85 42