Una protesta tan firme como cívica
La primera jornada de huelga en Antibióticos fue seguida por la totalidad de los trabajadores, que tan sólo protagonizaron pequeños cortes de tráfico en toda la jornada
Los cuatrocientos trabajadores de Antibióticos pararon ayer en su totalidad, excepto los veinte operaciones que la empresa designó como servicios mínimos, y dos técnicos que entraron voluntariamente a trabajar, y que para evitar recibir los abucheos de sus compañeros, accedieron a la fábrica antes de que a las seis de la mañana se concentraran allí unas doscientas personas. El primero de los tres días de huelga en Antibióticos transcurrió con total normalidad. Varias patrullas de la Policía Local vigilaron durante toda la jornada a los manifestantes, pero en ningún caso tuvieron que intervenir. Las únicas incidencias que se produjeron durante la jornada afectaron al tráfico, que sufrió algunos cortes intermitentes -de apenas unos minutos- en la salida de León hacia Benavente a la altura de Antibióticos. Hacia las nueve de la mañana, los doscientos trabajadores concentrados ante la fábrica decidieron iniciar una marcha hacia el centro de la ciudad, durante la que también se cortó el tráfico a su paso. Su primer destino fue la delegación territorial de la Junta de Castilla y León, donde ante la ausencia del delegado y el secretario, el comité de empresa fue recibido por el jefe del Servicio de Medio Ambiente, José Luis Blanco, que les anunció que hoy serían recibidos por el viceconsejero de Empleo, Raimundo Torío, que ayer se realizaba gestiones de cara a avanzar las negociaciones de compra de la empresa por parte de otra firma del sector. El presidente del comité de empresa, Eugenio Toral, mostró su deseo de que en ese encuentro con Torío también estuviera algún representante de los posibles compradores, aunque nadie pudo ayer confirmar este extremo. En cualquier caso, Toral señaló que si se confirma la compra de la empresa, se desconvocarían las jornadas de huelga previstas para el jueves y el viernes próximos como muestra de buena voluntad hacia el nuevo comprador. De hecho, los trabajadores y sus representantes consideran mayoritariamente que cualquier solución al problema de Antibióticos debe pasar por un cambio de propiedad, y acusan al grupo italiano Sir Fidia de incumplir sistemáticamente todos los acuerdos a los que se han comprometido con los trabajadores y con las administraciones para garantizar la viabilidad de la planta. «Queremos ver nuevas caras en la dirección y que Sir Fidia se olvide de nosotros», señaló Toral. Desde la Junta, los trabajadores se desplazaron hasta la Subdelegación del Gobierno primero y al Ayuntamiento después, donde se concentraron. El alcalde, Mario Amilivia, bajó a saludarles y a comunicarles que había telefoneado a Torío y le había dicho que hoy se reuniría con el comité de empresa. A su paso por las calles del centro de la ciudad, el tráfico quedó cortado momentaneamente, lo que constituyó la única incidencia de la protesta de ayer, donde no hubo ningún problema con el acceso de los servicios mínimos, pese a que el comité los considera excesivos y de hecho los ha impugnado judicialmente de cara a los paros del jueves y el viernes próximos. Eugenio Toral se felicitó por el resultado y el desarrollo de la primera jornada de huelga, en la que destacó que los trabajadores han vuelto a dar una muestra de su sentido de la responsabilidad a pesar de las condiciones que atraviesa la empresa, donde la dirección acaba de plantear el recorte de doscientos puestos de trabajo si en las próximas semanas no aparece un comprador. El comité de huelga agradeció ayer en un comunicado la paciencia de los ciudadanos leoneses que se vieron afectados por los cortes del tráfico, así como a la Policía Local por su actitud de colaboración. Finalmente mostraron su gratitud por las muestras de apoyo que recibieron de otras empresas leonesas, como la Vidriera, Everest, Iberdrola, Renfe o la Hullera Vasco Leonesa.