Sólo una de cada tres leonesas trabaja fuera de casa y el 15% buscan empleo

«En el servicio doméstico da igual que cotices porque no tienes derecho a casi nada, desde luego al paro no» RUFI, leonesa de 47 años aprendiz de carnicería La falta de trabajo es la principal necesidad de las mujeres de León, según las conclusiones de una encuesta reciente de la Concejalía de la Mujer que desvela que sólo el 34,1% de una muestra de 1.067 empadronadas tiene empleo remunerado. Entre éstas, el 27% de las encuestadas realizan trabajo pagado fuera de casa, el 3,1% estudian y trabajan, el 1,3% trabajan y cursan formación no reglada y el 0,9% compatibilizan su trabajo con la búsqueda de otro empleo. Del total de encuestadas, el 21,4% son pensionistas o jubiladas y el 16,9% declararon que el trabajo doméstico era su única ocupación. El resto atraviesa por situaciones variadas, desde el 2,8% que buscan trabajo sin contar con formación reglada al 4,2% que cursan estudios oficiales al mismo tiempo que buscan trabajo. En conjunto, las mujeres con empleo remunerado suponen el 34,1% de las encuestadas. Igualmente, el 15,3% de las respuestas corresponden a mujeres que buscan empleo. De las mujeres con trabajo fuera del hogar, el 34,5% aseguran que es su cónyuge o pareja quien aporta la mayor parte de los ingresos, frente al 27,2% que afirman ganar ellas salarios más elevados. Sin embargo, casi el 18% de las mujeres declinaron contestar a esta parte de la encuesta. El nivel de ingresos mayoritario -28,2%- de las familias de las encuestadas oscila entre los 601 y los 1.200 euros, pero también hay un 24,6% que declaran subsistir con menos de 600 euros. Los mayores porcentajes se centran en las edades medias de la vida, de 35 a 55 años. Más difícil para universitarias En cuanto a los salarios del grupo de mujeres que trabajan -una de cada tres- el 25,7% perciben entre 601 y 900 euros, mientras que el 23,1% ganan entre 901 y 1.200 euros al mes. La encuesta revela que hay un significativo grupo de mujeres, del 8%, que perciben salarios por debajo del salario mínimo interprofesional. De estos datos, las investigadoras concluyen que «la coyuntura laboral en León es escasa, pero de cierta calidad», afirma la socióloga Noelia Prieto, quien destaca que «para las mujeres con estudios universitarios la coyuntura laboral es más difícil». Entre las mujeres que trabajan el 38,5% tienen estudios universitarios, pero sólo el 15% desempeñan puestos de técnicas superiores o medias; el resto realizan actividades inferiores a su titulación académica. Para la socióloga es de destacar que «entre las mujeres que tienen empleo remunerado el 22,8% son funcionarias; el 26,1% tienen contratos indefinidos y el 48,8% ganan entre 601 y 1.200 euros». Otro aspecto que recoge la investigación es el de la vivienda. El 73,3% de las mujeres habita en una casa en propiedad, frente al 18,9% que lo hacen en vivienda de alquiler. La proporción de mujeres que tienen vivienda alquilada es superior entre las españolas gitanas -50%- y las inmigrantes, que suponen el 0,7% de las mujeres propietarias. En cuanto a la situación familiar, el 46,4% no tienen pareja y del resto hay un 18,7% con cónyuges jubilados, prejubilados o pensionistas, los de un 31,4% tienen empleo y un 2,2% declararon que su pareja carece de empleo. El nivel de ingresos de la mayoría de estas familias -28,2%- oscila entre los 601 y los 1.200 euros, pero también hay un 24,6% que declaran subsistir con menos de 600 euros. Los mayores porcentajes se centran en las edades medias de la vida, de 35 a 55 años. El destino de los ingresos de las mujeres que trabajan va principalmente a vivienda, alimentación y vestido y es mínino el porcentaje de gastos en «mis caprichos» de lo que se desprende que los ingresos de las mujeres son fundamentales para «cubrir las necesidades esenciales de la economía familiar, primando sobre su posible carácter extra o complementario». Más ofertas para hombres Asimismo, el 49,5% de las mujeres encuestadas opinan que «las ofertas de trabajo casi siempre o siempre vienen condicionadas por la diferencia de ser hombre o mujer» y que «son más las ofertas destinadas a hombres que a mujeres». En cambio, el 28,2%, principalmente las mujeres de 16 a 24 años, sostienen que esta condicionalidad sexual en las ofertas de trabajo sólo es ocasional. El 32,5% señalan en la encuesta que las mujeres casi nunca optan al puesto de trabajo en las mismas condiciones. Esta opinión corresponde sobre todo a mujeres de 25 a 44 años y a las mayores de 55 años, pero hay un 29% -las que tienen de 16 a 24 años y de 45 a 54 años- que creen que ocasionalmente hombres y mujeres tienen las mismas oportunidades. En cuanto a la elección de personas para los puestos de dirección el 41,3% de las encuestadas son de la opinión de que casi nunca existe igualdad, aunque un 21,4% señala que ocasionalmente se produce esta equidad en el acceso a los cargos de responsabilidad. Las mujeres encuestadas que opinan que casi siempre o siempre hay la misma oportunidad son una minoría, el 11,5%.