La igualdad pasa por cambios laborales y el reparto de obligaciones familiares

Conseguir un compromiso entre hombres y mujeres que permita un reparto equilibrado de responsabilidades en la vida profesional y privada y que, a su vez, los poderes públicos promuevan servicios de atención a las personas necesitadas son dos de los retos que hay que afrontar, según la profesora de la Universidad de León, Susana Rodríguez Escanciano, para facilitar el acceso de las mujeres al trabajo y a una carrera profesional. Los permisos de maternidad (o el de paternidad cedido por la mujer) se han mostrado insuficientes para lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, señala la profesora titular de Derecho del Trabajo en una investigación premiada por el Consejo Económico y Social. En este sentido, el informe aboga por cambios laborales como la creación de un permiso propio de paternidad -de dos a cuatro semanas- «para que el empresario vea que no sólo la mano de obra femenina conlleva protección» ante el nacimiento de hijos. Otra de sus propuestas es proteger la excedencia por cuidados de hijos con una prestación social. También llama la atención sobre la «desprotección» de nuevos fenómenos familiares que dejan sin derecho a permiso de lactancia a quienes no sean la madre cuando ella no está para cederlo. como sucede con el permiso de paternidad que disfrutan los hombres con cargo a licencia de la madre. El fortalecimiento de los servicios públicos para colaborar en el cuidado de hijos e hijas y personas dependientes redundará, añade, en «creación de puestos de trabajo». La experta analiza la Ley de Conciliación de la Vida Familiar y Laboral y subraya que esta norma se limita «a aliviar las penalizaciones de la mujer con responsabilidades familiares en el trabajo asalariado», sin tener en cuenta otros modelos que el tradicional de familia nuclear estable. Rodríguez Escanciano echa en falta en esta ley, de 1999, medidas que ahonden en la corresponsabilidad familiar «desde un punto de vista distinto». La investigación La concialiación de la vida laboral y familiar en Castilla y León valora positivamente las medidas implantadas por el Gobierno autonómico con incentivos al disfrute de la excedencia, subvención de gastos de escuelas infantiles y guarderías, así como ayudas a empresas que contraten a trabajadores en sustitución de quienes cuidan de la familia. La Junta tiene un crédito presupuestario de 10,1 millones de euros para subvencionar excedencias de madres o padres que deciden dedicarse al cuidado del hijo o hija después del período de disfrute de los permisos legales establecidos. Las familias, que pueden solicitar la ayuda hasta el próximo 31 de octubre, no deben sobrepasar los 37.500 euros (período impositivo 2003) o 21.800 si se trata de familias monoparentales. También se ha publicado recientemente la orden para minorar en Castilla y León los efectos salariales que supone una reducción de jornada. La Junta establece una subvención máxima de 1.500 euros, con independencia del tiempo de jornada que se reduzca, y mínima de 750 euros para aquellas personas que se acogen a una reducción de tres a cuatro meses. Un estudio comparativo sobre conciliación de la vida familiar y laboral en diferentes comunidades autónomas realizado por Angels Cardona, del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, redunda en el déficit de corresponsabilidad familiar. «Desgraciadamente la incoporación de las mujeres al espacio público no ha ido acompañada de la incorporación de los hombres al espacio doméstico», subraya la secretaria de la Mujer de esta organización sindical. En la cultura patriarcal las mujeres eran las únicas responsables de las tareas domésticas y del cuidado de las personas dependientes, agrega. Y, subraya, el «inmovilismo de esta situación ha supuesto para muchas mujeres llevar a cabo una doble o triple jornada con consecuencias negativas para su salud física y mental». Sólo el 2,4% de los hombres con pareja hacen la comida.. La encuesta realizada por la Concejalía de la Mujer entre agosto y diciembre del 2004 desvela que son las mujeres las que asumen la cocina. Sólo en el 2,4% se ocupan sus parejas y el 4,6% comparten la cocina. El 35% de las reparaciones del hogar las hacen «otros» Las reparaciones del hogar es uno de los apartados de la encuesta en la que los hombres son más. El 24,6% de las mujeres declararon que era su pareja quien hacía esta labor; un 18,5% dijeron que ellas mismas; pero el 35,9% contestó que «otros», tal vez familiares o profesionales. Sólo el 1,8% de los hombres con pareja planchan La tarea de planchar es una de las más feminizadas dentro del hogar. El 76,5% de las mujeres encuestadas en el municipio de León declararon que son ellas las que realizan esta labor en la casa. Respecto al 11,5% que señalan a otras personas se interpreta que «suelen ser las madres de las encuestadas» quienes hacen la plancha. Tarea compartida o asumida por el hombre en el 10% Es una de las tareas más sencillas y, sin embargo, son muy pocos los hombres que se ocupan de ella. Es asunto de mujeres y también de lavavajillas. El 27% de encuestadas llevan la economía familiar En un 56,4% de los casos la economía del hogar es gestionada por las encuestadas. Sin embargo, aquí falta el corrector de las mujeres que viven solas. El 27% están casadas y se ocupan de esta tarea en sus hogares. El servicio doméstico se ocupa en el 4,2% de casos Limpiar la casa es una de las tareas en las que disminuye el porcentaje de encuestadas del municipio de León que se ocupan directamente con respecto a la plancha o la cocina. El servicio doméstico tiene reflejado en esta tarea el mayor porcentaje de las tablas analizadas en la pregunta sobre tareas domésticas. El cuidado de los hijos e hijas recae en las mujeres La responsabilidad sobre el cuidado de hijos e hijas recae sobre todo en las mujeres tal y como se desprende del estudio municipal. Teniendo en cuenta que el 58,4% de las mujeres encuestadas declararon no tener hijos o hijas, el 23,8% que declararon ocuparse directamente sería mayor si se hubiera extrapolado la cifra de mujeres con descendencia a su cargo. Además, en el 9,5% de los casos indicaron que cuidar a los hijos es una tarea compartida por la pareja. Los hombres se ocupan mayoritariamente Otra tarea tradicionalmente realizada por los hombres (o que el hombre se asigna voluntariamente) es la limpieza del vehículo. El 69,6% de las encuestadas en el municipio de León declararon que tenían vehículo. En el 30,1% de los casos es el hombre quien se ocupa de su limpieza y mantenimiento, mientras que el 16,9% contestaron que eran ellas mismas las que llevaban al taller y realizaban la limpieza del vehículo. El 6,1% de los hogares comparten las compras La encuesta refleja que las compras son más compartidas del total de tareas domésticas analizadas. En el 6,1% de las respuestas (de personas con y sin pareja) se declara que es una labor compartida. En el 24,6% es la pareja la que se ocupa de realizar la compra. El 74,4% lavan, tienden y doblan la ropa El lavado, tendido y doblado de la ropa lo realizan en un 74,4% las mujeres encuestadas. Las autoras del trabajo indican que «significativamente vemos que es en esta tarea en la que menos participan las parejas» puesto que solamente el 3% comparten o realizan ellas solas el arreglo de la ropa. Son más las respuestas en las que aparecen «otros». Sólo el 6,5% de las encuestadas tienen personas dependientes Uno de los datos que más choca de la encuesta realizada por la Concejalía de la Mujer entre 1.067 mujeres es que sólo el 6,5% declararon tener personas dependientes en su casa. El 5,2% de mujeres que dicen ocuparse ellas del cuidado se extrae del total de respuestas, pero en todo caso son las mujeres las que más se ocupan de esta labor. En ningún caso se refleja que sea la pareja quien la realiza.