Maragall pide excusas a Cataluña y CiU da por retirada la querella

La testimonial moción de censura del PP concluyó ayer con un precario armisticio entre el presidente de la Generalitat, el socialista Pasqual Maragall, y el líder de Convergencia i Unió (CiU), Artur Mas. Éste anunció la retirada de la querella judicial contra un Maragall que pidió «excusas a los ciudadanos de Cataluña» por el escándalo generado el pasado 24 de febrero con sus alusiones al 3% de comisión que habría cobrado CiU en la adjudicación de obras públicas. Con sus quince diputados sobre 135, Piqué actuó como catalizador de lo que acabó en un intento de los dos grandes partidos, CiU y PSC, por atajar la imagen de pobredumbre que transmitió en las últimas semanas la política catalana, considerada durante lustros como modélica. De las tres mociones de censura presentadas desde 1980, todas de carácter simbólico, la del PP, que se vota hoy, será la que menos apoyo reciba. Pero al ex ministro de Exteriores de Aznar su iniciativa le sirvió para jugar un nada habitual papel estelar. Sin embargo, el momento cumbre, tras la intervención de Piqué por la mañana, llegó a las cuatro de la tarde, con el discurso de Maragall. El miedo que existía entre los miembros del tripartito catalán y los dirigentes del PSOE en toda España por una nueva salida de tono del presidente de la Generalitat, se disipó con un disertación bien medida. Maragall logró los objetivos de su partido, la retirada de la querella y el mantenimiento, al menos retórico, de su campaña contra las ilegalidades. El máximo mandatario catalán reclamó el respaldo de todas las fuerzas políticas para «desenmascarar la corrupción sin extraer réditos electorales». Un malentendido Por otra parte el revuelo generado por el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, ha encontrado un final momentáneo cuando él mismo ha decidido rectificar lo que a su juicio ha sido un malentendido. Así, dijo ayer que personalmente siempre creyó inadecuado usar el término «comunidad nacional» en la Constitución. El PP, en cualquier caso, ha solicitado la comparecencia de Rubio Llorente en el Congreso de los Diputados para que dé explicaciones sobre sus primeras afirmaciones y su posterior rectificación. Lo que Rubio Llorente dijo el pasado miércoles es que el concepto de nacionalidad se había pervertido. «Por eso he sugerido la conveniencia de que en la Constitución, en lugar de hablar de nacionalidades, se hable de comunidades nacionales, que son entes que no se corresponden con ningún territorio concreto», añadió. Y en este sentido explicó que la comunidad nacional vasca se extendería por «muchos territorios distintos de dos estados diferentes». «El ministro de Defensa ha estado, está y estará en contra de una reforma de la Constitución» JOSÉ BONO Ministro de Defensa