El G-5 acuerda impedir la percepción de todo el Islam como terrorismo

El Islam no es terrorismo. Bajo esta premisa, el G-5 aprobó ayer un texto, conocido ya como la «declaración de Granada», en la que los gobiernos de España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia se comprometen a impedir que «comunidades enteras» (en clara referencia a la comunidad islámica) sean estigmatizadas en Europa como terroristas. «Sabemos bien que la respuesta democrática al terrorismo debe distinguir claramente entre, por una parte, quienes perpetran crímenes y cuantos los apoyan y, por otra, comunidades enteras que nada tienen que ver con los terroristas, a pesar de que éstos tratan de usurpar sus identidades colectivas», asegura el texto. El G-5 insiste en que «es preciso deslindar claramente Islam de Al Qaeda y de los individuos y grupos relacionados con esa misma estructura terrorista o inspirados en dirigentes de la misma». En esa línea, los cinco gobiernos garantizan no confundir nunca quiénes son los responsables de ese terrorismo: exclusivamente los criminales y «quienes les respaldan». Los firmantes recuerdan que los terroristas sólo persiguen objetivos «totalitarios y excluyentes» y que frente a esta amenaza no cabe la marginación de colectivos.