PSOE y ERC no logran cerrar un pacto estable en su primera reunión formal

El Partido Socialista y ERC fueron incapaces ayer de sellar un pacto que especificara las condiciones de los independentistas catalanes para dar mayor estabilidad al Gobierno. Aunque no está firmado, ese acuerdo funciona extraoficialmente desde hace un año. La diferencia es que, mientras que en los últimos once meses las leyes se han aprobado «a salto de mata» en el Parlamento, ahora los dos socios tratan de aclarar a medio plazo los asuntos a pactar y también intentan establecer unos mecanismos de coordinación que faciliten esa labor. Los portavoces del PSOE y de ERC comparecieron juntos y sonrientes al término de la reunión, pero esa aparente sintonía en las formas no se tradujo en acuerdos de contenido. Los socios del Gobierno querían poner de una vez las cartas sobre la mesa y que los socialistas dejaran «de marear la perdiz» para explicarles claramente qué proyectos pretende enviar el Ejecutivo al Parlamento. Según fuentes de ERC, la formación está cansada de acordar las cuestiones para las que los socialistas les solicitan su apoyo en el Parlamento «a salto de mata», habitualmente tras recibir una llamada una hora antes de votar. Incluso se plantean replantearse su actitud con el Gobierno en debates tan trascendentales como el del estado de la Nación. Situación a la que prefieren no llegar, por lo que apostaban por establecer unos mecanismos ordenados para llegar a los acuerdos y así evitar situaciones extremas como la que se produjo cuando acudieron corriendo a votar en el último momento los Presupuestos Generales del Estado para 2005. Por ello, la delegación republicana presentó al PSOE en la reunión un documento que exigía que, como mínimo, el Gobierno publicara las balanzas fiscales de las comunidades autónomas, unos datos que aclaran cuánto aporta un territorio y lo que recibe como inversiones del Estado. Los socialistas, con el vicepresidente económico al frente, son reticentes a publicarlas, lo que dificulta el acuerdo. Los socialistas, por su parte, siguen hablando del pacto sin llegar a firmarlo, y con esa estrategia ya han conseguido el apoyo de ERC durante un año en el Congreso. No obstante, y después de rechazarlo en un principio, ahora son favorables a firmar un acuerdo por períodos de sesiones, sobre todo encaminado a obtener su respaldo a los presupuestos generales, pero no para el resto de la legislatura.