El PP tacha de radical a Zapatero por retirar la estatua de Franco

La retirada de la estatua de Francisco Franco situada en la plaza de San Juan de la Cruz de Madrid generó ayer una fuerte polémica política. El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó que en 1978 se hizo un esfuerzo por «mirar adelante» y no «hacia el pasado que algunos quieren resucitar». «Franco ya está muerto», dijo el líder popular, que añadió que este «no es uno de los problemas más importantes que tiene el Gobierno». Más dura fue la reacción de Eduardo Zaplana, que aseguró que el Gobierno es «el más radical de la historia democrática» y rechazó que se hagan «lecturas parciales de la historia». Por el contrario, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo entender que Rajoy saliera «torciendo el gesto» ya que tiene votantes «a los que no les gusta» que se retire una estatua de Franco. Desde el Gobierno, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, enmarcó la retirada de la estatua en una estrategia del Gobierno de ir terminando con «los últimos símbolos» de la dictadura. La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, responsable de la iniciativa de retirar el monumento, dijo que era el «momento oportu-no» para hacerlo y vinculó la decisión a la remodelación de la zona, en la que se está construyendo un túnel. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, consideró «imprescindible» retirar la estatua de Franco porque era un «anacronismo». El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, reconoció que no sabía que se iba a retirar la estatua ecuestre aunque admitió que Fomento había solicitado una licencia para «colocación de andamios, revisión de piezas de fachada y anclaje de elementos ornamentales, con retirada si procede». «Este Gobierno es el más radical de la historia democrática» EDUARDO ZAPLANA Portavoz del PP en el Congreso