En busca de una solución pacífica para el conflicto del Sáhara

El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer el conflicto del Sáhara de «lastre fundamental» para la estabilidad y desarrollo de la región y ofreció la capacidad de interlocución de su Ejecutivo para lograr una solución pacífica y consensuada. Rodríguez Zapatero se refirió a este asunto en su intervención ante la XVII cumbre de jefes de Estado de la Liga Arabe, que ayer comenzó en Argel. El presidente del Gobierno español recordó que el norte de Africa es la tierra árabe más cercana a España, tanto geográficamente, como en sus raíces vitales e historia compartida. Calificó el conflicto del Sahara Occidental de uno de los principales obstáculos al proceso de integración regional del Magreb y al pleno desarrollo de la Unión del Magreb Arabe. Responsabilidad política Según Zapatero, su Gobierno ha deseado abordar desde el primer momento esta cuestión «con una gran dosis de responsabilidad política», queriendo contribuir activamente a la búsqueda de una solución justa y definitiva a un problema que dura treinta años. Un problema que, a su juicio, se ha convertido en «el lastre fundamental» para la plena estabilidad y desarrollo regionales. Añadió que su Gobierno «pretende aportar su capacidad de interlocución con las partes, con los Estados vecinos y con otros países con legítimo interés en una solución pacífica y consensuada del conflicto, a fin de acercar posiciones y procurar que se alcance el tan ansiado acuerdo entre las partes». El acuerdo, reiteró, debe respetar la legalidad internacional y lograrse en el marco de Naciones Unidas.