La hora de la verdad

LOS MÁS de 8.000 propietarios del Páramo Bajo tienen ante sí la que, quizá, sea la decisión más importante que han tenido que tomar en muchos años. La pregunta es muy sencilla y la respuesta también. Se trata de decir sí o no a la modernización de las infraestructuras de riego. Con todos los datos en la mano es momento de ser valientes o seguir como se está. De apostar por el futuro o quedarse anclado en el pasado. Es verdad que los costes serán elevados, pero no es menos cierto que para tener una agricultura competitiva no queda más remedio que asumirlos. El campo no puede quedarse estancado en un mundo en el que la tecnología avanza a velocidad de vértigo. Decía Gobachov, dirigente político que cambió el rumbo de la historia en un país como la antigua Unión Soviética, al que sacó del ostracismo comunista y al que abrió al resto del mundo que «aquellos que no cambien con los tiempos sufrirán por ello su castigo». Pues en esas estamos. Nadie es capaz de prever lo que pasará en los próximos años, pero todo indica que si no se moderniza ahora habrá que hacerlo más tarde sin ayudas europeas. Es la hora de la verdad.