Zapatero pide a Chávez respeto a los derechos humanos y a las libertades

José Luis Rodríguez Zapatero reclamó ayer al presidente del Gobierno venezolano, Hugo Chávez, «pleno respeto a las libertades públicas y a los derechos humanos», que permita el «normal» funcionamiento de los partidos políticos y de los distintos representantes de la sociedad civil y respeto para las minorías. El jefe del Ejecutivo se entrevistó con miembros de la oposición, a quienes ofreció la embajada de España en Caracas como «casa de la democracia». El objetivo de reforzar la amistad entre los dos países, aceptada con resignación por la parte española y con entusiasmo por la venezolana, no impidió al presidente del Gobierno lanzar un mensaje en el Parlamento del país caribeño para que se respete la democracia. Rodríguez Zapatero pronunció sus palabras consciente de que las denuncias de los organismos internacionales contra el Ejecutivo de Chávez se suceden y de que el defensor del pueblo venezolano hace un siniestro juego de palabras al afirmar que «no hay presos po-líticos, sino políticos presos». Zapatero puso como ejemplo la reciente experiencia de España para reclamar la democratización en Venezuela con «el pleno derecho a las libertades públicas y a los derechos humanos, el funcionamiento normal de los partidos y de los representantes de la sociedad civil, la aceptación de las minorías», la necesidad de instituciones «independientes» y de la plena separación de poderes. «La historia de mi país testimonia que el deterioro del diálogo, la conversión del adversario en enemigo, la tentación de buscar atajos al conflicto político en desprecio de las instituciones puede llevar a largos años oscuros que luego es imposible recuperar», afirmó en el hemiciclo. Su mensaje no fue escuchado por Chávez, ausente en ese momento. Antes, por la mañana, Zapatero se había reunido con miembros de la oposición, que previamente habían criticado su visita por entender que era una muestra de apoyo internacional a Chávez. Zapatero les ofreció que la embajada de España en Caracas sea la «casa de la democracia». En una conversación «cordial», los opositores expresaron su preocupación por el déficit democrático de Venezuela y pidieron al presidente del Gobierno que intervenga antes de las elecciones presidenciales del 2006 para que haya una ley de amnistía, un poder electoral independiente y observadores de la Unión Europea. En su visita, Zapatero se encontró con una Caracas completamente empapelada de carteles dándole la bienvenida. «Este armamento no permite hacer ninguna guerra exterior ni usarlo en política interna» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO