El tren, cuyo grupo electrógeno se incendió, cubría el trayecto entre Gijón y Alicante y transportaba un total de 111 pasajeros
El descarrilamiento de un talgo se salda de forma milagrosa con 27 heridos leves
El accidente afectó al tránsito de otras 14 unidades de pasajeros y el tráfico se reanudó a las 22.00 horas
A las doce menos diez del mediodía de ayer descarrilaba en Torneros del Bernesga el Talgo Altaria que cubre la línea Gijón-Alicante, por un posible error humano. De los 111 pasajeros que se encontraban en su interior, resultaron heridos de carácter leve 27, quienes fueron dados de alta a las pocas horas. La unidad estaba compuesta por la máquina y ocho vagones. A los pocos kilómetros de la estación de León, donde habían subido los últimos pasajeros, el tren descarrilaba al paso por un cambio de agujas. A partir de este momento los hechos transcurrieron con una gran rapidez. La máquina perdió el control y se salió de los raíles. En su trayectoria arrastró a los ocho vagones que remolcaba. Unos metros más adelante, la máquina volcaba sobre un lateral y el primer vagón, dividido al 50% en el grupo electrógeno y clase preferente impactaba contra la misma. Los siete vagones restantes quedaban descarrilados sobre la vía, pero sin volcar. El tren, sin control, provocó importantes daños en la vía y el tendido eléctrico. Parece ser que una chispa procedente de la catenaria generó un incendio en el grupo electrógeno. Por este motivo fue necesaria la presencia de una dotación del parque de bomberos de León compuesta por seis hombres. Durante treinta minutos lucharon contra el fuego. El cabo de servicio Carlos Álvarez, comentó que «el fuego generó muchas calorías, lo que provocó que la estructura del vagón se fundiese». Los ocupantes del tren abandonaron en su mayoría el mismo por sus propios medios. Quien se vio algo imposibilitado fue ayudado por los acompañantes. El maquinista fue ayudado a salir por el mecánico del tren, Iván Aragón, quien en sus dos años en la empresa ya se ha visto involucrado en dos siniestros. A los pocos minutos llegaban al lugar del siniestro varias ambulancias, alguna de ellas uvi móvil, así como el helicóptero de emergencias del Sacyl. Al complejo hospitalario de León fueron evacuadas 27 personas, que a las 18.35 horas de ayer ya habían sido dadas de alta en su totalidad. Uno de los heridos fue trasladado en ambulancia a Alicante, con una pequeña fisura en un hueso, para cuya recuperación deberá guardar reposo en su propio domicilio. El hospital reforzó el servicio de traumatología a medida que llegaban los heridos. El resto de ocupantes que no precisó ser trasladado al hospital fue atendido en el lugar de diversas contusiones sin mayor importancia. La tranquilidad y ausencia de nerviosismo entre los pasajeros era bastante evidente, a pesar de la experiencia vivida minutos antes. Entre el pasaje había dos invidentes que en todo momento fueron ayudados por la gente así como por los efectivos de la Guardia Civil que se personaron en el lugar del siniestro. Renfe puso en marcha de inmediato un servicio de autobuses de la empresa Leontur, mediante el que los pasajeros que lo desearon continuaron viaje hacia destinos como Valladolid, Madrid o Alicante. Hubo quien optó por el taxi. Hacia las siete de la tarde dos potentes grúas de la empresa Durruti Grupo Roxu procedieron a levantar la máquina, con un peso de 90 toneladas, que una vez puesta en la vía fue remolcada por otra. Los ocho vagones, de 15 toneladas cada uno, serán retirados en góndola. El accidente afectó al tráfico de 14 unidades de viajeros y algún tren de mercancías. A las 22.00 horas se reanudó el servicio por una vía. Renfe y Administrador de Infraestructuras Ferroviarias investigan las causas del siniestro. «Empezaron a volar maletas y, al momento, ya estábamos nosotros igual que ellas» MARÍA JOSÉ, pasajera que viajaba en el talgo accidentado