Juan Pablo II está con nosotros
Cientos de fieles se dieron cita en el santuario para recordar al Papa en una emotiva ceremonia oficiada por el obispo de León, Julián López, y los padres Dominicos Oraciones desde la cárcel
No podía ser de otra manera ni en otro lugar. Ayer se congregaron cientos de personas en el Santuario de la Virgen del Camino para celebrar una misa en memoria de Juan Pablo II, el Papa más Mariano de la historia, oficiada por el Obispo de León, Julián López. Desde las seis de la tarde comenzaron a llegar fieles al Santuario para presenciar la emotiva misa que se inició poco después de las 6:30 y que estuvo cargada de recuerdos y evocaciones hacia el Sumo Pontífice. Durante la homilía, los P.P. Dominicos -que participaron de forma activa durante toda la ceremonia-leyeron fragmentos de un discurso que Juan Pablo II envió a la diócesis cuando celebraron el 50 aniversario de la coronación de la Virgen del Camino, en los que se refería a la Virgen y al pueblo de León: «Es consolador saber que este mensaje Mariano no ha encontrado en León un terreno valdío», «El pueblo de León vive feliz la presencia de la Madre y del Hijo». Tras la emotiva lectura del fragmento, el fraile dominico recordó que «la muerte no es para nosotros la última palabra, aunque es normal que nos entristezca». El Obispo de León, también tuvo palabras de alabanza y recuerdo para el Pontífice al que se refirió como «el elegido por Dios» y encumbró su inmensa labor en La Tierra. También se hizo especial hincapié en su fuerza y dedicación a los fieles hasta el último momento, hasta que su cabeza se lo permitió, lo que hizo que se convirtiera en «el personaje más importante del siglo XX» y «un gigante de la historia». «Son momentos de reflexión» recordó el Obispo, quien destacó la gran devoción que sentía Juan Pablo II por la Virgen María, a la que consagró su lema «Totus Tuus», Todo Tuyo y que siempre estuvo presente durante toda su vida y en todas sus oraciones. Durante la ceremonia también se dieron cita distintos medios de comunicación, como siempre ha ocurrido en todos los actos donde el Papa Juan Pablo II ha sido el centro, una despedida mediática para el Papa más mediático y que mejor ha conectado con todo el mundo. Una despedida que será recordada y permanecerá en el corazón de todos los fieles que han encontrado en él la luz y la paz que supo trasmitir con maestría a jóvenes y mayores de todo el planeta, como nunca nadie lo había hecho.