La «fila para acceder a la fila» que permite ver al Papa comienza a 4 kilómetros del Vaticano
Roma, totalmente colapsada, pide a los peregrinos que ya no hagan cola
Las autoridades han planeado un dispositivo de seguridad que implicará a 15.000 agentes
Las previsiones más optimistas se han quedado cortas. Ayer más de un millón de personas se unió al millón de las jornadas precedentes por lo que a 48 horas del funeral de Juan Pablo II se ha invitado a los peregrinos que vienen a despedir al Papa a que no se pongan en la cola. Protección Civil, a través de megafonía, anunciaba que la cola se cerraría a las 22.00. Muchos peregrinos pasaron la noche al raso. El porticado de la sala de prensa vaticana se convirtió en un improvisado dormitorio. A lo largo de la noche el ejército italiano repartió chocolate, té caliente, zumos y bizcochos. Durante el día, el ambiente fue tranquilo, parecido al de un concierto, aunque la tensión y las horas de espera ocasionaron algunas protestas. Ayer el tráfico se volvió loco. Los comunicados de la policía parecían partes de guerra: Borgo Pío, Lungotévere, Centro Storico, Prati, Trastevere se iban cerrando poco a poco al tráfico. En las inmediaciones de San Pedro se formó un monumental atasco y el tráfico fue desviado hacia otras zonas colindantes. A media tarde, a cuatro kilómetros del Vaticano se formaba «la fila para ponerse en fila». Por la mañana los peregrinos habían invadido ya la Estación Términi donde se formaban filas para conseguir billetes, bocadillos o cafés. Para hoy se espera la llegada de convoyes especiales llegados de toda Europa. Quienes vienen a la ciudad en autobús por el norte se ven obligados dejarlos a cien kilómetros y tomar trenes locales. Caos en la ciudad del caos El alcalde y el Prefecto de policía han decicido que el viernes se cierren escuelas y oficinas públicas mientras se están instalando 25 pantallas gigantes de vídeo para seguir la ceremonia. Los residentes en Borgo Pio, barrio que rodea el Vaticano, llevan desde el lunes bloquedos. A las dificultades para acceder a sus viviendas se añaden otras como la recogida de basura, especialmente grave para los hoteles. Los comerciantes han cerrado. Gran despliegue El ministro del Interior se reunió con los directores de policía y el del Sisde (los servicios secretos) para organizar el plan de seguridad. Seguirán el el esquema aplicado para la firma de la Constitución europea. Implicará a unos 15.000 hombres entre fuerzas armadas y policía. Unos 5.000 agentes se ocuparán del orden público y la vigilancia de los objetivos de riesgo como embajadas y edificios gubernamentales. Otros 1.500 protegerán a las personalidadesayudados los servicios de inteligencia de los respectivos países. Se cuenta además con la presencia de 800 motociclistas, artificieros, tiradores de élite y unidades de perros policias para garantizar la vigilancia y el control de las estaciones ferroviarias, aeropuertos y carreteras. Más de mil bomberos prestarán servicio, espe-cialmente las unidades NBQ (amenaza nuclear, bactereoló-gica, química y radiológica) y el personal especializado en el salvamento de personas. También se está organizan-do un plan para definir qué aeropuertos se utilizarán para la llegada y la salida de las delegaciones internacionales. Unos 350 vuelos regulares del viernes serán cancelados. Para las autoridades se utilizarán el aeropuerto militar de Pratica de Mar, el de Ciampino, que se cerrará al tráfico civil, y el de Fiumicino. Se estudia utilizar otros aeropuertos de ciudades cercanas. Y mientras, la serpenteante cola se mueve lentamente por Roma, camino del Vaticano.