El Obispo de Astorga destacó la entrega de Juan Pablo II y su cercanía a los jóvenes
El Obispo de Astorga, Camilo Lorenzo Iglesias, presidió ayer en la Catedral una misa concelebrada por una veintena de sacerdotes en memoria de Juan Pablo II. El prelado comenzó su homilía señalando: «Hemos vivido unas jornadas memorables. La muerte del Papa ha impresionado al mundo». Lorenzo trazó una breve biografía del Pontífice en la que resumió su difícil infancia y juventud, la llegada de su vocación y su evolución desde su ordenación sacerdotal hasta su nombramiento como sucesor de Pedro. Destacó su vinculación con su Polonia natal y recordó sus viajes, beatificaciones y canonizaciones, así como su magisterio, «que abarca cuestiones teológicas, morales y sociales», indicó. El Obispo elogió de Juan Pablo II que «no podía callar ni cerrar los ojos ante la injusticia de la pobreza extrema, el terrorismo o la guerra, que causa la muerte a millones de personas, ni ante la falta de libertades», entre las que destacó la religiosa. Lorenzo destacó también que el Papa «fue al encuentro del hombre con el Evangelio en la mano a todos los países del mundo a donde pudo llegar» para «acompañar a hombres y mujeres de distintas razas y religiones». Además, señaló que «los jóvenes fueron sus predilectos» y que los encuentros con este colectivo en diversos puntos del mundo «fueron momentos cumbre de su pontificado. Los jóvenes le seguían y escuchaban con gusto», dijo. La misa fue seguida desde los primeros bancos de la Catedral por unos cuarenta sacerdotes, y desde el coro por la corporación municipal encabezada por el alcalde, Juan José Alonso Perandones, y los portavoces de los tres grupos políticos: Luis Álvarez, José Luis Nieto y Enrique Soto. También quisieron acudir al acto el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández; el coronel del cuartel, Luis Varga; y el comisario Pablo Martínez, entre otros.