El Papa obró un milagro diplomático Carlos de Inglaterra, muy cerca de Mugabe

El funeral de Juan Pablo II convirtió ayer a enemigos acérrimos en compañeros de duelo. La muerte de Karol Wojtyla y la unánime respuesta de dirigentes de todo el mundo provocó encuentros «milagrosos» que tal vez tendrán consecuencias diplomáticas en las relaciones que mantienen países en situación casi de guerra. Palestinos y judíos, musulmanes y cristianos, dirigentes del norte y del sur coincidieron en el espacio y en el tiempo por vez primera y con un objetivo común: honrar al Papa muerto. Siria e Israel El contacto más sorprendente fue el que aconteció entre el presidente de Israel y los dirigentes de Siria y de Irán. Durante las exequias, el presidente judío, Moshe Katsav, estrechó la mano del sirio Bachar al Assad, un gesto que acontece por vez primera entre los representantes de dos estados que oficialmente están en guerra. Según la radio israelí, el esfuerzo diplomático habría sido por parte de ambos, ya que después del primer apre-tón, que tuvo lugar durante la liturgia de la paz, Assad habría tomado la iniciativa de un segundo encuentro. «El presidente sirio estaba allí. Intercambiamos sonrisas y nos estrechamos las manos», declaró Katsav al diario Maariv. Israel e Irán Histórico fue también el saludo entre el israelí, especialmente activo durante las honras fúnebres de ayer, y el presidente iraní, Mohamed Jatami, con una carga simbólica mayor, si cabe, que el anterior, ya que la conversación transcurrió en persa y se prolongó durante una hora. Según la edición electrónica del diario Haaretz , hablaron entre otras cosas de la ciudad iraní de Yazd, curiosamente la localidad natal de ambos. Fuera del Vaticano, Israel acusa a Irán de promocionar la milicia radical Hezbolá, mientras que el país musulmán ha evitado reconocer oficialmente al Estado judío. Israel y Marruecos En el marco de la ceremonia se habría producido otro contacto, cuando menos inesperado, entre el ministro de Exteriores israelí, Silvan Shalom, y su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa. La mujer de Shalom le habría regalado además al príncipe Carlos de Inglaterra un talismán del rabino de Kadouri, con motivo de su boda con Camilla. El Vaticano no desaprovechó la oportunidad de destacar la importancia de estos encuentros que, a juicio de la Santa Sede, se produjeron gracias a «un ambiente en el que estrecharse la mano no tiene ninguna resonancia política». Bush y el «eje del mal» El mundo estuvo especialmen-te atento a los movimientos de George Bush, que ayer tuvo que soportar la presencia de algunos miembros del «eje del mal». La comitiva norteamericana, integrada también por los ex presidentes Clinton y Bush padre, fue la última en llegar al funeral. Tras estrechar la mano de monseñor Harvey, que ayer se encargó de recibir a todos los invita-dos a los oficios, Bush y su mujer Laura fueron ubicado en los asientos posteriores a don Juan Carlos y doña Sofía y al lado del francés Jacques Chirac, con el que mantuvie-ron una animada conversación apese a que no comparten ningún idioma. Bush declaró que los funerales por Juan Pablos II «han reforzado mi fe. Sabía que la ceremonia sería magnífica» 1397124194 China y Taiwán Igualmente controvertida ha sido la reacción de China ante la presencia en Roma del presidente de Taiwán, Chen Shui-bian. «Italia debe adoptar medidas para que situaciones similares no se repitan en el futuro», señaló el portavoz de Exteriores chino, Kin Gan. El príncipe Carlos de Inglaterra protagonizó, sin quererlo, un incidente diplomático. El heredero del trono de Windsor estrechó la mano que le tendía el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, lo que fue muy mal visto en el Reino Unido por las constantes violaciones de los derechos humanos en el país africano. Casi con toda seguridad, el primogénito de Isabel II no sabía a quién saludaba cuando cumplió con el presidente de Zimbabue. Mugabe ha arremetido en varias ocasiones contra el Gobierno del primer ministro Tony Blair.