| Crónica | Lo que quiso decir |
Tempestad mediática
La práctica totalidad de los periódicos italianos interpretaban ayer que con el controvertido «nunc dimitis» habría querido constatar que estaba dispuesto a morir «cuando Él quiera»
Los medios italianos calificaron ayer de «tempestad mediática» la reacción provocada por el testamento de Juan Pablo II, en lo referido a la supuesta intención de renunciar al pontificado que el Papa habría expresado en un párrafo escrito en el año 2000. La práctica totalidad de los periódicos interpretaban ayer que con el controvertido «nunc dimitis» -déjame marchar- Karol Wojtyla habría querido constatar que estaba dispuesto a morir «cuando Él mismo quiera». En el diario La Stampa , de tendencia conservadora, el secretario del Tribunal Supremo del Senado Apostólico, Velasio de Paolis, aseguraba ayer que el pensamiento del Papa vendría a ser el siguiente: «Si la historia la guía la providencia, Él me ha puesto aquí y será Él quien decida cuándo llega el final de mi pontificado». «¿El Papa pensó en dimitir o no?». El Corriere de la Sera se hacía ayer esta pregunta para contestarla a continuación: Wojtyla «excluye hacerlo por propia iniciativa pero afirma su disponibilidad a hacerlo si la enfermedad se lo impusiese». Más incisivo fue el progresista La Republica , que en su edición de ayer calificaba de «extraño» el documento difundido el jueves por el Vaticano y de «inexplicable» que la Santa Sede tardara dos días en hacerlo público con la excusa de que debía traducirlo del polaco al italiano, cuando el documento manuscrito apenas ocupa cinco páginas en el que hace referencia a los grandes acontecimientos históricos.