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El depósito de armas estaba en Hernani y es el segundo que se descubre al grupo terrorista

La Policía requisa los explosivos con los que el comando Donosti iba a atentar

El hallazgo es consecuencia de la detención en marzo del nucleo duro del comando Bombas-lapa y

Parte de los explosivos localizados en el zulo de ETA

Publicado por
Alfonso Torices - madrid
León

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La Policía Nacional requisó ayer en Hernani (Guipúzcoa) los explosivos con los que los miembros del recién desarticulado comando Donosti de ETA se disponían a cometer varios atentados, según explicaron fuentes de la investigación. El arsenal estaba oculto en un trastero propiedad de la familia de Marta Igarriz Izeta, la presunta colaboradora del comando detenida el jueves pasado en la localidad guipuzcoana, a la que los investigadores interrogan este fin de semana en Madrid y que el lunes declarará en la Audiencia Nacional. El trastero ubicado en un bloque de viviendas de la calle Txirrita de Hernani ocultaba más de 60 kilos de explosivos y el material necesario para elaborar atentados terroristas de diferentes características: bombas-lapa para vehículos, coches-bomba con activación a distancia y artefactos iniciados con un temporizador. Los elementos para la confección de bombas se completan con diverso material para la sustracción de automóviles y la falsificación de placas de matrícula y con la presencia de dos subfusiles con sus respectivos cargadores. El hallazgo da por buenas las conclusiones a las que llegó la Policía Nacional la Semana Santa pasada cuando arrestó en San Sebastián al presunto núcleo duro del comando Donosti -Iker Olabarrieta, Igor González y Carmelo Laucirica- y que confirmó el jueves pasado con la detención en Hernani y Mondragón del supuesto talde de apoyo e infraestructura -Marta Igarriz, Gorka Aztiria y Gaizka Olabarrieta-. Los investigadores piensan que Olabarrieta, como jefe, y los otros dos liberados (a sueldo de ETA) llegaron a Guipúzcoa en febrero desde Francia con la intención de recoger información, captar colaboradores para reconstruir el complejo Donosti y comenzar a atentar de inmediato. Así se lo habría ordenado Garikoitz Aspiazu, Txeroki , el actual jefe de los comandos de la banda terrorista, que desde hace varios meses, según la documentación incautada en las detenciones, exige a sus taldes «poner muertos sobre la mesa». El depósito de armas y explosivos localizado por la Policía Nacional es el segundo que se le requisa a los miembros del complejo Donosti. El primero se localizó el 29 de marzo pasado en la población burgalesa de Cabañas, tras confesar Carmelo Laucirica -uno de los presuntos liberados del comando- su ubicación exacta a los investigadores que le interrogaban. Los miembros del Donosti ocultaban en el zulo una decena de bolsas de plástico que contenían ocho kilos de clorato potásico -el componente básico de explosivo cloratita-, un kilo de azufre y un sistema de radio control para activar las bombas a distancia. Los investigadores consideran que el zulo burgalés fue utilizado el año pasado para oculta parte del material explosivo con el que se elaboraron los artefactos de baja potencia.