Movidos por el odio y la venganza
La ausencia de antecedentes hace dudar a los investigadores a la hora de incluir este crimen en la estadística de la violencia de género. El director del Centro de Estudios Reina Sofía contra la Violencia, José Sanmartín, cree que sí cabe esta lectura y recordó que muchos de estos casos se producen como consecuencia de los deseos de venganza incontrolables que sienten los agresores. Esa venganza se ejerce porque «el odio les lleva a atentar contra la mujer y también contra lo que les une a la mujer; atentan donde mayor daño pueden causar a la mujer», añadió. Esa descripción sirve para los últimos casos de parricidio registrados en la Comunidad Valenciana y Murcia. Casos como el de la localidad valenciana de Alzira cuando, el 29 de abril de 2004, un hombre prendió fuego a la vivienda donde se encontraban su pareja sentimental y dos de sus hijos, de 8 y 5 años. El mismo deseo de venganza llevó a Francisca González a estrangular a sus dos hijos, de 4 y 6 años, en su domicilio de Santomera, en Murcia, hace ahora tres años. En su declaración, la parricida reconoció haberlo hecho para vengarse de su pareja. Una reacción parecida tuvo el parricida de Tuéjar, en Valencia, cuando el 20 de noviembre de 2001 decidió apuñalar a su esposa y a sus tres hijos, de 11, 7 y 5 años, en el domicilio familiar. El movil, desconocido Los agentes, que creen resuelto el crimen con el arresto del supuesto parricida, José María Maciá, investigan ahora el móvil, sobre el que no hay datos fiables. Los vecinos de la pareja aseguran que Teresa y José María formaban un matrimonio ejemplar. Él era de carácter amable y no tenía antecedentes por malos tratos; ella trabajaba en un supermercado de la zona y nunca había presentado denuncia alguna por agresiones contra su marido, según confirmó la Policía. Vivían en la calle Pablo Picasso desde hace cuatro años y, según los vecinos, nunca les vieron discutir en todo ese tiempo, aunque alguno de ellos apuntó hoy que el padre de familia había contraído muchas deudas en los últimos meses, y que era consumidor habitual de drogas, extremos que la Policía no ha confirmado.