España permite a la ONU vigilar las cárceles para que no haya torturas

La ONU podrá inspeccionar sin previo aviso ni restricciones cualquier cárcel, comisaría o centro de detención español para prevenir la práctica de torturas. Este sistema de visitas es uno de los mecanismos de control y de seguimiento que contempla el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, firmó en Nueva York este miércoles. Este acuerdo deberá ser ratificado por el Parlamento -previa consulta al Consejo de Estado- antes de entrar en vigor. Las visitas a las prisiones las realizará una comisión de diez especialistas independientes con experiencia en el tratamiento de presos y detenidos, a instancias del Subcomité para la Prevención de la Tortura. Este grupo, facultado para vigilar cualquier país firmante, remitirá un informe confidencial al Gobierno del país, en el que expondrá las anomalías detectadas y sus recomendaciones para superarlas. Si el país inspeccionado hace caso omiso de esas sugerencias o se niega a cooperar, el subcomité puede hacer públicas sus conclusiones sin su consentimiento.