Los agentes investigan el móvil del triple asesinato que ha conmocionado a la ciudad alicantina
Detenido un vecino de Elche por matar a martillazos a su mujer y sus dos hijos
José María Maciá, sin antecedentes penales, estaba de compras cuando fue arrestado
José María Maciá, de 35 años y vecino de Elche, fue detenido ayer por la policía como principal sospechoso del asesinato de su mujer, de 34 años, y de sus dos hijos, de 6 y 2 años. La Policía investiga el móvil del triple homicidio porque no hay antecedentes de agresiones previas o conflictos graves en la pareja. El suceso conmocionó a la ciudad alicantina, sacudida por la truculencia del crimen y perpleja porque no hay antecedentes claros que permitan comprender la actuación del agresor. El triple parricidio se produjo en el domicilio familiar, situado en el segundo piso del número 62 de la calle Pablo Picasso de Elche. A primera hora de la mañana, los vecinos del inmueble oyeron gritos en el interior de la vivienda, y uno de ellos alertó a la policía. Mientras, el presunto parricida telefoneó a su hermano y le narró lo sucedido. Eran las 8.30 horas de la mañana, y los hechos se precipitaron a velocidad de vértigo. En apenas unos minutos, el hermano del presunto parricida llegó al inmueble y en el portal se tropezó con José María, que mostraba manchas de sangre en su ropa. Los dos mantuvieron una fuerte discusión, tras la cual el sospechoso emprendió la huida del lugar. El hallazgo de los cadáveres De manera casi simultánea, la Policía llegó al edificio. Cuando los agentes entraron en el domicilio, encontraron en uno de los dormitorios las cadáveres de Teresa y los niños Vicente y Francisco José. La mujer y el hijo mayor estaban sobre la cama, mientras que el bebé ocupaba aún su cuna. A expensas del resultado de las autopsias, el reconocimiento visual permitió detectar en cada uno de los cuerpos varias heridas causadas por un objeto contundente. Los agentes se llevaron para análisis un martillo del que sospechan pudo ser el arma homicida. De inmediato, la Policía activó un dispositivo especial para localizar al fugado. Los agentes bloquearon las entradas y salidas de Elche y alertaron a las sucursales bancarias y cajas de ahorros para que diesen alertasen de cualquier movimiento en las cuentas bancarias del sospechoso. Tras zafarse de su hermano, José María Maciá emprendió la huida por las calles de Elche. Su primera parada fue una farmacia, donde solicitó que le pidieran un taxi. El farmacéutico sospechó de él por su actitud nerviosa y le remitió a un bar cercano, donde sí le prestaron ayuda para conseguir el transporte. Una pista a la policía Ya en el vehículo, el huido pidió al conductor que le llevase hasta la pedanía de Torrellano, a diez kilómetros de Elche. Allí se dirigió a una sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo para sacar dinero. En ese momento saltaron las alarmas de la Comisaría de Elche porque el director del banco le reconoció y avisó a la policía, después de dejarle sacar dinero para no levantar sospechas. En tanto llegaron los agentes, José María Maciá tuvo tiempo de entrar en una boutique, donde compró algunas prendas que se puso en los probadores del local porque su ropa seguía manchada de sangre. Después, se dirigió a una zapatería donde compró unos zapatos del número 42. Fue allí, a las 11.30 horas, cuando los agentes le localizaron y le detuvieron. Según el dependiente de la zapatería, el hombre tuvo la sangre fría de decirle que la presencia de los agentes se debía a que su coche estaba mal aparcado. Tras ser arrestado sin oponer resistencia alguna, José María Maciá fue trasladado hasta la comisaría de Elche.