Los aspirantes: «Es como un zulo, no me gusta para vivir»

Pablo García es, en teoría, uno de los candidatos a vivir en los «apartamentos mínimos» propuestos en Construmat: joven a punto de independizarse, recién terminados sus estudios, dispuesto a iniciar su vida profesional. Junto a un grupo de 14 alumnos de Desarrollo de Proyectos Urbanísticos y Operaciones Topográficas, ha visitado durante estos días la feria de la construcción que se celebra en Barcelona y ha podido entrar en los prototipos de vivienda protegida realizados por los seis equipos de arquitectos. Según destaca, la impresión de todos sus compañeros es la misma: «Es como un zulo, todo junto, unas cosas encima de otras. Algunos hasta no tenían separado el baño. La verdad, no me gustaría mucho vivir en un piso así». También es cierto que sus aspiraciones no son vivir solo, sino en pareja o con otros compañeros. Aunque reconoce que en caso de vivir solo y de que las casas tengan un precio asequible, podría planteárselo. Pero, de momento, a ninguno de los estudiantes les sedujo la idea.