Lamela saca 400 historiales del Severo Ochoa para dárselos al fiscal
El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, justificó ayer la salida de las 400 historias clínicas del Hospital Severo Ochoa de Leganés que serán estudiadas por la comisión de expertos que analiza la sedación a pacientes terminales en este centro argumentando que estos informes serán remitidos a la Fiscalía de Madrid. «¿Cómo puedo remitir estos informes a la Fiscalía sin sacarlos del hospital?», se preguntó. Lamela, que compareció por segunda vez ante el Pleno de la Asamblea de Madrid para dar explicaciones sobre su actuación en el Severo Ochoa, respondía de esta forma al parlamentario socialista Lucas Fernández, quien le acusó de «haber perdido el norte sanitario y el jurídico», al cometer «la ilegalidad» de «secuestrar» las citadas historias clínicas. El consejero aseguró que esta actuación se ha realizado «de acuerdo con la legislación vigente» y añadió que la llevaron a cabo los inspectores de la Consejería porque «son los únicos que pueden hacerlo». Asimismo, destacó que la comisión de expertos que estudia las sedaciones «no se pudo nombrar antes» porque su departamento estuvo «dos semanas negociando la incorporación de profesionales del hospital». «No pudo ser así por motivo y razones que prefiero no decir, ya que estoy en una tribuna parlamentaria y constaría en el diario de sesiones», dijo. El consejero de Sanidad se dirigió a la portavoz de IU, Caridad García, para aportar nuevos datos sobre la forma en que el caso de las sedaciones fue dado a conocer a la opinión pública. «Alguien el día 11 de marzo, 20 minutos o media hora más tarde de haber hablado con esa persona, llamó a un medio de comunicación para contar lo que yo le había contado, y no era de su grupo parlamentario», señaló. «Sólo dos horas y cuarto más tarde salió en los medios de comunicación la denuncia, en este caso a través de una asociación y cinco minutos antes de eso ya estaban llamando los medios a la Consejería».