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El presunto homicida declaró a la policía que «se me fue la cabeza»

El parricida de Elche siguió de juerga tras matar a su familia

Ayer volvió a reconocer los hechos y aseguró que antes había consumido alcohol y cocaína

Publicado por
Patricia Raduá - valencia
León

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El examen forense practicado a las tres víctimas del presunto parricida de Elche confirmó que las muertes se produjeron por fuertes golpes en la cabeza entre las doce de la noche del martes y las tres de la mañana del miércoles. La hora de los fallecimientos coincide con la declaración del presunto parricida, J. M. M., de 35 años, que ante la Policía Nacional confesó ser el autor de los tres crímenes bajo los efectos del alcohol y las drogas. Él aseguró haber matado a su familia a la una de la madrugada del miércoles, y después siguió una noche de fiesta en compañía de unos amigos, a quienes no confesó nada de lo ocurrido. El análisis forense, realizado en el Instituto Anatómico de Alicante, confirmó, además, que los cuerpos presentaban fuertes golpes y heridas causadas por una maza, posiblemente una herramienta similar a las que utilizaba el detenido en su puesto de trabajo habitual, en el sector de la construcción y que pesan más de un kilo. Uno de los hermanos de J. M. M. era socio de la empresa para la que trabajaba el detenido. Según la declaración de J. M. M., mató a su mujer y a sus dos hijos porque «se me fue la cabeza», tras haber consumido grandes cantidades de alcohol y cocaína. Su adicción a esta droga sólo era conocida por un reducido grupo de amigos íntimos de la familia. Desde el año 2000, acudía a la Unidad de Conductas Adictivas (U.C.A.) de Elche, donde recibía tratamiento para superar su adicción a las drogas y al juego. Del caso se hará cargo el Juzgado de Instrucción número 3 de Elche, que ya ha decretado el secreto de sumario. A sangre fría Según ha trascendido, el detenido declaró que la tarde del martes, a las 20.00 horas, se fue de copas con un compañero de trabajo por los bares de la localidad alicantina de Mutxamel, donde acababa de terminar una faena colocando los cimientos de una casa en la partida de El Collao. Tras cinco horas consumiendo drogas y alcohol, explicó que se dirigió a su casa de Elche para conseguir más dinero y poder así continuar con la juerga. Ante la negativa de su mujer, el hombre decidió matar a su familia con la ayuda de una maza. Después, volvió a reunirse con sus amigos sin comentar nada de lo sucedido. Tras el crimen, el grupo se dirigió a un club de alterne, situado a las afueras de Elche. En torno a las 05.30 horas J. M. M. se acercó hasta la casa de sus padres, en la partida de La Matola de Elche. Poco después, uno de sus hermanos le convenció para que regresase a su domicilio y decidió acompañarle. Cuando llegaron a la vivienda, el hermano descubrió los cuerpos sin vida de su cuñada y sus sobrinos y llamó a la policía. A lo largo de todo el jueves, decenas de vecinos de Elche y, en especial, del barrio de El Pla, donde ocurrieron los hechos, salieron a la calle para protestar por los tres crímenes. Hubo minutos de silencio y protestas en plazas, instituciones públicas y centros educativos. Especialmente, en el colegio público Miguel de Unamuno, donde estudiaba Vicente, el niño de 6 años. A las 19.00 horas la Asociación de Mujeres Vecinales de Elche convocó de nuevo a decenas de vecinos frente al Ayuntamiento de la ciudad.