La espectacular participación de los comicios del 2001 no se repetirá
Los espectaculares números de participación del 2001 no se repetirán hoy. Hace cuatro años se acercaron a las urnas 1.431.996 vascos, el 79 por ciento del censo. En esta ocasión, una campaña más relajada y el evidente cansancio de los ciudadanos hacen prever que la afluencia a las urnas oscile entre el 65 y 70 por ciento, una participación similar a la registrada en los comicios autonómicos de 1984, 1986 y 1998. Y puede ser aún menor si persiste el mal tiempo con frío y lluvia de los últimos días, que puede llevar a muchos de los votantes vascos a quedarse en casa. Un indicio, al margen del clima, de que van a votar menos hombres y mujeres es el descenso de sufragios emitidos por correo. Hace cuatro años, solicitaron esta fórmula de sufragio 80.924 personas, mientras que en esta oportunidad hay contabilizados sólo 50.365, el 40 por ciento menos. Esta previsible menor movilización del electorado tendrá su reflejo en los resultados de estas elecciones autonómicas, aunque es muy difícil estimar a qué candidatura beneficiará o perjudicará. En el 2001, la alta participación propició los mejores resultados de su historia para el nacionalismo, pero en 1986, cuando hubo una afluencia también alta -del 69 por ciento del censo-, el beneficiario fue el Partido Socialista de Euskadi. La abstención La abstención ha perjudicado de forma tradicional a las fuerzas no nacionalistas, cuyo electorado tiende a no votar en las convocatorias autonómicas por considerarlas ajenas a sus intereses y que, por el contrario, se vuelcan en los comicios generales, en los que la suma de votos socialistas y populares suele ganar a la de PNV y Eusko Alkartasuna.