Irún y Fuenterrabía votarán nulo en contra de la igualdad de la mujer
El voto nulo, sumado en las últimas convocatorias electorales a la casilla aberzale, podrá ser contabilizado en esta ocasión en una dirección bien diferente, al menos en dos localidades concretas. Se trata de Irún y Fuenterrabía, pueblos costeros en la frontera guipuzcoana con Francia que desde hace tres meses se encuentran en pie de guerra por la entrada en vigor de la Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres aprobada por el Gobierno vasco. ¿El problema? Pues que en estas dos localidades se celebran anualmente los tradicionales alardes, vistosos desfiles paramilitares en los que no se permite la participación de mujeres, que ahora han quedado fuera de la ley tras la aprobación del mencionado texto. En concreto, los partidarios del desfile clásico están totalmente en contra del segundo párrafo del artículo 25, incluido a petición del grupo de Sozialista Abertzaleak y redactado con el único interés de acabar con el citado anacronismo: «Se prohíbe -reza la ley- la organización y realización de actividades culturales en espacios públicos en las que no se permita u obstaculice la participación de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres». El pasado jueves, el lendakari Ibarretxe tuvo que hacer frente en Irún a varios cientos de personas que protestaban contra la nueva normativa. Incluso durante un mitin, poco antes de que tomara la palabra, tuvo que escuchar cómo un miembro de la asociación que defiende el alarde tradicional le acusaba de «defender lo políticamente correcto» a costa de «una de las principales tradiciones de Euskadi». Al día siguiente, las dos localidades afectadas, potenciales feudos nacionalistas en estos comicios, amanecieron llenas de pasquines en las que se pide el voto nulo como medida de protesta. Resucitar la polémica El texto fue aprobado con los votos a favor del tripartito en el Gobierno, tras grandes presiones de Ezker Batua, y el Partido Socialista. La formación radical se abstuvo, como suele hacer, y en contra del texto sólo se situó el PP. El candidato popular a las autonómicas por Guipúzcoa Borja Sémper, vecino de Irún, considera que «en nuestra comarca esta ley va a resucitar una polémica que estaba ya superada, puesto que ya se había llegado a una solución, con dos maneras de entender al fiesta, y lo mejor era que ambas tuvieran la posibilidad de celebrar el alarde a su modo». Efectivamente, desde hace una década los partidarios de hacer un desfile mixto organizan el suyo propio. Eso sí, escoltados por la fuerza pública y siempre en medio de graves incidentes. Lo que no está claro es qué ocurrirá este año. Por lo pronto, el alcalde de Irún, un socialista que gobierna con el apoyo del PNV, concedió la autorización administrativa para la celebración del alarde tradicional el 17 de febrero de este año, justo la víspera de que entrara en vigor la ley.