La negociación se fortalece

El resultado de ayer tendrá importantes repercusiones en la política nacional. De entrada, e independientemente del papel que le corresponda a Patxi López, es un nuevo éxito personal de Zapatero. Su apuesta ha sido arriesgada. Se ha implicado al máximo. El abandono del frentismo antinacionalista de Redondo Terreros ha sido, contra lo que muchos auguraban, positivo para el PSE. Trasladado a Madrid, ese éxito supone también que, a juicio de los ciudadanos, la respuesta correcta al órdago lanzado en el Parlamento nacional por Ibarretxe fue la de Zapatero. Rechazo radical al plan pero sin descalificar al PNV y con una clara invitación al diálogo. Esa invitación se va a reiterar de inmediato. Y a ese diálogo Zapatero acude claramente reforzado mientras el PNV llega debilitado. Si Ibarretxe vuelve algún día a Madrid tendrá que hacerlo con otro discurso y también con otro tono. Pero ni a Zapatero ni al PNV les conviene otro portazo de las Cortes a la Cámara de Vitoria. Uno y otro tendrán más disposición al pacto y la consecuencia podría ser una profunda reforma del Estatuto vasco en la que desaparecería el soberanismo del plan Ibarretxe. El resultado es por el contrario un importante revés para el PP. Tras la debacle del 14-M parecía en un claro proceso de recuperación que ahora se rompe. Si el buen resultado en las elecciones europeas demostró que el 14-M fue un hundimiento coyuntural del PP, la pérdida de cuatro escaños en Euskadi indica que, al contrario que al PSE, a los populares no les ha sentado bien el cambio de candidato. Es evidente que María San Gil supone un rostro más amable que el de Mayor Oreja. Pero queda claro que los votantes del PP, al menos en Euskadi, prefieren la versión más dura, más furibundamente antinacionalista. El dato será aprovechado en clave interna del PP nacional para reivindicar el discurso más radical, el que representa José María Aznar y también Ángel Acebes Y para intentar frenar la decisión de Rajoy de hacer oposición «con la cabeza y no con las tripas». Tensión PSOE-PP El PP vuelve a quedar al margen de cualquier protagonismo en el proceso político que se abre en el País Vasco. Algo que tampoco contribuirá a moderar su discurso, ni en Vitoria ni en Madrid. Así las cosas, el resultado es malo para la unidad del pacto antiterrorista, que si ya está enfermo puede entrar en encefalograma plano. El PSE echará el resto para intentar gobernar en coalición con el PNV.