Diario de León

Los nacionalistas se quedan a nueve diputados de la mayoría tras perder más de 140.000 electores, fracaso que deja al tripartito por debajo de los escaños que consiguieron PSE-PP

Los vascos frenan el plan Ibarretxe en las urnas

El sustituto de Batasuna obtuvo 150.000 votos y subió dos escaño

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Juan José Ibarretxe dependerá de Patxi López para continuar como lendakari cuatro años más tras el castigo inflingido por el electorado vasco en la jornada de ayer. La coalición nacionalista formada por el PNV y Eusko Alkartasuna se quedó a nueve diputados de la esperada mayoría absoluta, al obtener 29 escaños, cuatro menos que en el año 2001. Ni siquiera el previsible apoyo en el Gobierno de la Ezker Batua de Javier Madrazo, que se quedó en los mismos tres diputados que hace cuatro años, y el hipotético respaldo de la Aralar de Patxi Zabaleta -un escaño- garantiza la investidura del candidato nacionalista. El único escenario mediante el cual Ibarretxe podría prescindir de una formación constitucionalista para gobernar sería con los votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas, la polémica formación de nuevo cuño que recogió e incluso incrementó los votos de Batasuna. Otra hipótesis de Gobierno se-ría un pacto entre Patxi López y el Partido Popular de María San Gil, que obtuvieron conjuntamente dos votos más que los partidos del tripartito. Esa diferencia, además, no podrá ser compensada por el escaño de ralar, la escisión de Ba-tasuna. No obstante, ese escenario es improbable, por cuanto el candi-dato socialista ha negado durante toda la campaña su intención de acceder a un Ejecutivo frentista con los populares. El resultado del recuento supone un frenazo en seco del plan Ibarre-txe y las aspiraciones soberanistas del PNV, el programa electoral de facto con el que los nacionalistas iban a las urnas, y abre un escena-rio en el que el nuevo estatuto vas-co deberá contar con el consenso de todas las fuerzas políticas. El mejor parado El partido que salió mejor parado de la cita electoral fue sin duda el PSE de López, que tras cambiar la estrategia de seguidismo al PP llevada a cabo por su antecesor, Nicolás Redondo Terreros, logró subir de 13 a 18 diputados respecto al 2001. El batacazo de PNV-EA, cuatro escaños menos, es sólo equiparable al del PP de María San Gil, aunque los populares salieron mejor parados si cabe de lo que auguraban algunas encuestas (obtuvieron 15 diputados, cuatro menos de los obtenidos hace cuatro años por Jaime Mayor Oreja). Tampoco la franquicia vasca de Izquierda Unida consiguió un buen resultado. Los tres escaños obtenidos suponen el peor escenario otorgado por todas las encuestas, que auguraban un fulgurante ascenso de la formación de Javier Madrazo. El otro gran vencedor de la noche fue, sin duda, el mundo radical, que obtuvo más de 150.000 votos. Batasuna llevaba cuatro años sin presentarse a unos comicios, y desde las elecciones municipales del 2003 se había conformado durante todas las citas a las urnas con contabilizar el voto nulo. Ayer, el electorado aberzale participó en masa -Guipúzcoa, principal feudo de la formación de Otegi, fue la provincia con un menor índice de abstención- y restó varios miles de votos a la lista de Ibarretxe, que pagó cara su postura titubeante tras la aparición de los sustitutos de AG. Menos que en el 2001 La participación fue del 68,6%, muy inferior al 78,97% de hace cuatro años. Se trata de la abstención más elevada de las últimas citas, incluso superior a la de 1998, en la que participó el 69,9%. En términos absolutos, el PNV obtuvo 145.000 votos menos que en las autonómicas anteriores, lo que supone una pérdida de cuatro puntos porcentuales y la incapacidad de superar la barrera del medio millón de votantes. Por su parte, los socialistas subieron cinco puntos, con el respaldo de 16.000 ciudadanos más . La coalición PNV-EA fue la fuerza más votadas en las tres cir-cuscripciones, siendo Guipúzcoa, la provincia en las que el PCTV obtuvo su gran botín de votos, el lugar en el que el descenso peneu-vista -casi seis puntos-, explica mejor el batacazo electoral.

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