Diario de León

Los partidarios de Imaz y los de Egibar se culpan mutuamente del descenso electoral

Tensión en el PNV entre los sectores autonomistas y soberanistas

Los nacionalistas parecen inclinarse por reeditar el tripartito y gobernar en minoría Patxi López se presen

Patxi López, líder del PSE, durante una rueda de prensa ayer

Patxi López, líder del PSE, durante una rueda de prensa ayer

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Ramón Gorriarán - bilbao
León

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La reunión de la dirección del PNV para valorar los resultados electorales del domingo en la sede del partido en Bilbao, Sabin Etxea, fue tensa y, a pesar del hermetismo que rodea a estas citas, trascendió que se produjo un tirante cruce de reproches entre los sectores que capitanean Josu Jon Imaz, defensor de la línea autonomista, y Joseba Egibar, valedor del rumbo soberanista. Y es que los nacionalistas sufrieron su mayor descalabro en Guipúzcoa, el feudo de Egíbar, territorio en el que perdieron dos escaños. «Nos hemos quedado cortos» con el plan Ibarretxe, argumentó uno de los colaboradores del líder guipuzcoano del PNV, partidario de un acento más radical en la estrategia del partido. Desde el otro sector se argumentó, según explicaron fuentes conocedoras de los entresijos de la reunión, que el resultado obtenido es una sanción de la sociedad vasca por la deriva soberanista.Lo cierto es que la coalición PNV-EA obtuvo unos resultados que la retrotraen a 1994, las últimas elecciones antes de que el nacionalismo se adentrara en el camino del pacto de Lizarra y el plan Ibarretxe. Este domingo consiguió 29 diputados y el 38,6% de los votos; hace 11 años, ambos partidos por separado lograron 30 escaños y el 39% de las papeletas. Una similitud que hace pensar que las estrategias de profundizar en el soberanismo o independentismo no atraen nuevos votantes hacia el nacionalismo. En la dirección del PNV escoció, sobre todo, que los cuatro diputados que han perdido en relación al 2001 correspondían a candidatos de su partido y no del socio menor, Eusko Alkartasuna. De esta forma, los nacionalistas se reparten 22 escaños para el PNV y siete para EA. En la legislatura pasada, la relación era de 26 a 7. Tras la reunión del PNV, Imaz apuntó que «la hipótesis más razonable» es que Ibarretxe gobierne en minoría con una reedición del tripartito de la pasada legislatura entre el PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-IU, que suman 32 de los 75 escaños del Parlamento vasco. Imaz estimó que esta fórmula es la más viable para iniciar la legislaturalización. El primer obstáculo está, sin embargo, a la vuelta de la esquina: la investidura para Ibarretxe.

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