Rodríguez Zapatero asegura que respetará lo que diga el Papa sobre la cuestión

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que respetará lo que pueda decir el nuevo Papa sobre la legalización de los matrimonios homosexuales en España. Ya se han pronunciado las confesiones religiosas sobre este tema en distintas ocasiones; si el nuevo Papa dijera algo, estoy preparado para respetar lo que diga, va a contar con todo mi respeto», dijo. Eso sí, dejó claro que el Gobierno mantendrá su propia política: «Una de las garantías de la democracia es la libertad religiosa, de opinión y de llevar adelante un proyecto político con el voto de los ciudadanos». Conferencia Episcopal Los obispos consideran que el matrimonio homosexual es un «error» y una «injusticia» que generará consecuencias «muy negativas» para el conjunto de la sociedad. La Conferencia Episcopal asegura que a los gays y lesbianas no les asiste ningún derecho para contraer matrimonio. Para la jerarquía católica, la medida es «un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social». Vuelve a insistir en que el matrimonio gay equivale a «fabricar moneda falsa», circunstancia que hace que se devalúe la moneda original. Hacen especial hincapié en su oposición a que los homosexuales puedan adoptar niños, posibilidad contraria a la «riqueza antropológica del verdadero matrimonio». Poder judicial El portavoz del Consejo General Poder Judicial (CGPJ), Enrique López, calificó la reforma legislativa de «rápida y muy precipitada». López insistió en que el Gobierno no ha reflexionado sobre la adopción de menores por estas parejas, lo que constituye uno de los puntos que más críticas ha suscitado en algunos sectores.