Un confidente alertó a la Policía tres meses antes del atentado del 11-M

Un confidente policial -ahora testigo protegido- alertó tres meses antes de la masacre del 11-M a los servicios de Información de la Policía Nacional y la Unidad de Estupefacientes de que un grupo de marroquíes, con contactos con el narcotráfico, pretendía atentar con explosivos contra trenes en Madrid. El tomo 34 del sumario del 11-M, uno de los 29 volúmenes de la investigación sobre los que se ha levantado el secreto, desvela que ni los especialistas en la lucha antiterrorista ni los funcionarios de antidroga dieron demasiada importancia a la confesión y que sólo después de los atentados comunicaron la información a sus superiores. Este testigo, del que en ningún momento se facilita el nombre, es el ex cuñado de Aderramahman Hammadi Afandi, un narcotraficante marroquí de 32 años, que fue detenido el 12 de julio del 2004 en Leganés acusado de haberse jactado ante sus amigos en diciembre del 2003 de conocer los planes de los terroristas de volar los «cercanías». Este sospechoso quedó en libertad el pasado septiembre, aunque continúa imputado de colaboración con banda armada. El sumario recoge que el 22 de abril del pasado año, este testigo protegido declaró con todo lujo de detalles ante el juez del 11-M, Juan del Olmo, cómo el propio Hammadi le había desvelado los planes de sus amigos para atentar en Madrid antes de que ocurrieran los hechos y cómo él lo puso en conocimiento de las fuerzas de Seguridad. «Estaba en casa de Abderraman Hammadi sobre Navidades (del 2003). Estábamos viendo la «tele» y me comentó que conocía a gente que iba a poner bombas aquí en los trenes», declaró el confidente. «De la forma en que me lo dijo era como que estaba muy seguro y serio», resaltó. «Eso era serio» «Como no lo podía dejar pasar el tema sin contarlo (sic) llamé a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) al número de teléfono (facilitado en la declaración) y al no estar don Ángel Soto, persona con la que había tenido relaciones profesionales anteriores de colaboración, llamé a Evaristo Tobares de la Unidad de Estupefacientes, al que conocía igualmente de colaboraciones anteriores», explicó el ex cuñado de Hammadi al juez Del Olmo. Según el confidente policial, a Tobares «le comenté que no tomara ningún tren o transporte público de metro porque sabía que iban a poner bombas en los mismos». El testigo insistió en alertó a la Policía de «lo de las bombas de los trenes» porque «en su momento sentí que eso era serio». Es más, el magrebí aseguró a Del Olmo que «después del atentado llamé a Tobares para hablar del tema y le di todos los datos de lo que había pasado y de los chicos que había visto».