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El cardenal riojano cenó con los Reyes y la delegación española en la Embajada en Roma

El Camarlengo dice ante los ministros que las uniones gais van contra la moral

Bono fue el único miembro del Gobierno español que aplaudió tras el discurso Todos esperan que el miérco

Moratinos, Sevilla y Bono, ayer durante la misa de inicio de Pontificado en la Plaza de San Pedro

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europa press | madrid

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El cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo, que ejerce en la actualidad el cargo de Camarlengo en el Vaticano, criticó el matrimonio entre homosexuales al tomar la palabra en la cena que ofreció la Embajada española y en la que, además de los Reyes y otras autoridades, se encontraban tres ministros del Gobierno socialista, incluido el de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, informaron a Europa Press fuentes asistentes al acto. En su intervención, Martínez Somalo dijo que «no se puede ir contra el derecho natural y la moral de la persona». Al terminar sus palabras, recibió el aplauso de los asistentes, aunque de los ministros socialistas sólo aplaudió el titular de Defensa, José Bono, precisaron las mismas fuentes. Bono, junto a López Aguilar, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ejercían la representación del Gobierno socialista. Segundo reproche Este es el segundo pronunciamiento de un cargo vaticano contra la aprobación del matrimonio homosexual cuando habían pasado poco más de 48 horas de la votación en la Cámara Baja española el pasado jueves. El viernes, Il Corriere della Sera publicó unas declaraciones del cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, en las que éste aseguraba «que lo que se está haciendo en España, además con una mayoría restringida, es la destrucción de la familia, ladrillo tras ladrillo». Martínez Somalo, de 68 años, recibió la púrpura de cardenal en 1988 y en años posteriores asumió la prefectura (equivalente al cargo de ministro) de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y para las Sociedades de Vida Apostólica. En abril de 1993 fue designado por Juan Pablo II, Camarlengo de la Iglesia Católica, que es quien, tras la muerte de un Pontífice, se encarga de la administración de los bienes y de los derechos temporales de la Santa Sede con la ayuda de otros cardenales asistentes. En la cena de la pasada noche ejerció de anfitrión el embajador español ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar, y a la misma acudieron los seis cardenales españoles miembros del PP como su presidente, Mariano Rajoy, el secretario general, Angel Acebes, y el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana.