El delegado del Gobierno en Madrid convoca hoy una reunión para tratar los episodios racistas
El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, ha convocado de urgencia para hoy al edil de Seguridad del Ayuntamiento, Pedro Calvo, a la Policía Nacional y Municipal y a entidades vecinales, con el fin de analizar la situación que se vive en Villaverde, donde ha aumentado la presencia policial ante la aparición de ataques a inmigrantes. Así lo anunció ayer el delegado, quien indicó que a la reunión asistirán, además de Calvo, el inspector jefe de Policía Municipal, José Luis Morcillo, y el jefe superior de Policía, Miguel Angel Fernández Rancaño, así como representantes de los vecinos del distrito donde ayer se produjeron agresiones a inmigrantes. En esta «reunión de urgencia» se estudiarán «las medidas de todo tipo que hay que tomar» ante esta situación, y que involucrarán a las policías Nacional y Municipal, «con más presencia y más efectiva», pero también a todas las administraciones para mejorar la calidad de vida y la cohesión social en el distrito. Víctor Sánchez, el fotógrafo del periódico 'Latino' agredido durante los disturbios ocurridos en Villaverde tras el funeral del joven asesinado en el barrio el 2 de mayo, dijo ayer que, aunque había policía, los agentes no entraron en calles donde había inmigrantes, y que el ataque estaba organizado. El gráfico sufre «contusiones por todo el cuerpo» además de una brecha en la cabeza causada por golpes que le propinaron varios desconocidos: «Oí que alguien decía dejadle en paz que le vais a matar, y se fueron», según el fotógrafo, a quien una imagen no se le va de la memoria: «Estaban pegando e insultando a una madre y a su hijo». Ante los altercados que han provocado varios heridos en las últimas noches, especialmente ayer y anteayer, y por los que no hay ningún detenido, el presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, pidió hoy la detención de los autores de las agresiones, «perfectamente organizados por grupos de jóvenes ultras y neonazis» que vinieron «de otras zonas de Madrid y de otros municipios como Alcalá de Henares y Alcorcón». Ibarra calificó como «una perfecta guerrilla callejera, organizada en grupos de 15 ó 20 personas y con motos» los incidentes ocurridos el sábado en el distrito tras el funeral por el joven de 17 años apuñalado presuntamente por un dominicano, que fue detenido dos días después