El PP rechaza ahora cualquier cambio en el pacto antiterrorista Un barrio marginal Las autoridades instan a la Fiscalía a investigar a los grupos neonazis Hallan una patera con 59 inmigrantes, ocho menores

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defenderá emañana en el debate del estado de la nación la vigencia del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, a pesar de que el acuerdo atraviesa una de sus peores crisis desde que fue aprobado hace cinco años. El PP, que se negó a acudir recientemente a la convocatoria del pacto y acusó al Gobierno de vulnerarlo, dice ahora que sigue plenamente vigente, por lo que rechaza cualquier cambio en su forma o contenido. El jefe del Ejecutivo aprovechará su intervención en el debate de política general para reafirmar que la lucha antiterrorista no ha cambiado un ápice desde que el PSOE llegó a La Moncloa. Recordará que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han continuado su tarea de cerco a los violentos, que el Gobierno ha nombrado a un Alto Comisionado para atender a las víctimas y que apuesta por la unidad de los demócratas frente a los terroristas. Rodríguez Zapatero quiere reafirmar la plena vigencia del acuerdo y resaltar que ese texto es la «piedra angular» de la acción del Estado en esta lucha. Por ello, cuando mañana pronuncie su discurso en el Congreso de los Diputados, tenderá la mano a Mariano Rajoy para mantener el espíritu del acuerdo y recuperar la unidad frente a ETA, quebrada en las últimas semanas. También subrayará la vigencia de la Ley de Partidos que permitió ilegalizar a Batasuna y que no ha servido para dejar fuera del Parlamento vasco al Partido Comunista de las Tierras Vascas, uno de los puntos que han enfrentado a socialistas y populares en las últimas semanas, y que más ha debilitado al acuerdo. El PSOE reconoce que el preámbulo del pacto, que se refiere a la estrategia de Estella de PNV, EA y Batasuna, resulta ahora obsoleto puesto que ese escenario ha quedado atrás y actualmente existe una nueva situación política en el País Vasco. Sin embargo, según José Blanco, secretario de Organización socialista, el objetivo del acuerdo -acabar con ETA- sigue siendo el mismo, por lo que aseguró que su formación no promoverá cambios en el texto. Ante la hipótesis de una reforma del pacto antiterrorista para eliminar su preámbulo, el Partido Popular ya anunció que no se podrá hacer con su consentimiento. El secretario general de los populares, Ángel Acebes, declaró, en rueda de prensa, que el pacto antiterrorista «está vigente, es útil y eficaz» y añadió que «no ha ocurrido nada» que aconseje o justifique un cambio en su forma o contenido. El PP dice que sigue siendo «plenamente» válida la política antiterrorista que recoge el acuerdo, según el cual no se pagará un precio político por el cese de la violencia y mientras ETA exista no se le dará la más mínima esperanza. «Quien quiera cambiar estos postulados tendrá que explicar por qué y no sólo al PP sino a las víctimas del terrorismo y a toda la sociedad española», advirtió Acebes. El dirigente popular admitió la crisis actual del acuerdo suscrito con el PSOE pero endosó al presidente del Gobierno toda responsabilidad. «Quien convierte el pacto antiterrorista en inútil e ineficaz es quien lo incumple y no lo aplica», dijo en referencia a la negativa de Rodríguez Zapatero a recurrir la candidatura del Partido Comunista de las Tierras Vascas. También le acusó de haber «bloqueado» el acuerdo al no convocar la comisión de seguimiento. El primer partido de la oposición también denunció que el Gobierno «está cambiando la política antiterrorista» y «quiere acabar con el pacto». Según Acebes, Rodríguez Zapatero ha asumido los postulados del lendakari, Juan José Ibarretxe. «EnVillaverde no hay racismo. Lo que pasa es que una gran parte de los inmigrantes que viven aquí se mueven en pandillas y lían mucho escándalo. Arman cada bronca que parece que se están matando. La gente les tiene miedo y se aparta de ellos. Pero al chico no le han matado por ser español». Quien así se expresa es Luisa Sáez, una mujer que regenta el quisco de prensa de la calle Villaviciosa, del distrito madrileño de Villaverde, ubicado a unos cien metros donde el lunes de la semana pasada Manuel G.C., un joven de 17 años, perdía la vida tras ser apuñalado por un domini-cano de 19, que fue detenido dos días depués. Este asesinato ha desatado una ola de agresiones a inmigrantes del barrio. En estos episodios se han visto involucrados grupos skins y neonazis que han incitado a los vecinos a actuar contra los extranjeros. Así, el pasado viernes, cientos de jóvenes, tras el entierro de Manuel, recorrieron las calles del barrio buscando foráneos para agredirles. Cuatro personas resultaron heridas. Tanto residentes como autoridades coinciden en señalar que no es un barrio xenófobo.También están de acuerdo en que es una de las áreas marginales que quedan en la capital. El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, y el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, acordaron ayer instar a la Fiscalía a que investigue la presencia de grupos neonazis que hacen «apología del racismo» para su posterior ilegalización. Así lo indicaron junto con el jefe superior de Policía, Miguel Angel Fernández Rancaño, tras la reunión mantenida con los vecinos de Villaverde, al objeto de calmar la tensión social que se vive en el distrito. Ambos coincidieron en señalar que «hay miedo» en la convivencia diaria y por ello adelantarán en dos semanas la puesta en marcha del plan de seguridad para la convivencia en Villaverde (previsto para finales de mayo) que coordinará a las policías Municipal y Nacional con las entidades vecinales, y se propondrán inversiones sociales porque, según Calvo, Villaverde «no es un distrito racista pero tiene problemas de convivencia». También se incrementará la presencia policial, con el desdoblamiento de la comisaría de Villaverde-Usera en dos, una para cada distrito, y sobre todo, en la concentración «contra la violencia y por la convivencia» convocada por los vecinos hoy: «la policía actuará contra quienes pretenden utilizar o manipular esta concentración», advirtió Méndez. «La policía actuó con eficacia e inmediatez en la detención del presunto homicida», dijo el delegado en alusión a la detención del autor de la muerte del joven de 17 años Manuel G.C., tras la cual se produjeron los brotes xenófobos, «y está investigando la presencia de grupos racistas que han aparecido en la zona». A su juicio, Villaverde «lleva muchos años postergado en los planes de trabajo de las distintas instituciones y padece graves desequilibrios relacionados con la escasez de equipamientos y de gasto social dirigido a mejorar sus condiciones de vida», análisis en el que coincidieron, según dijo, con los vecinos, y que suscribió el edil Pedro Calvo, quien recordó la inversión de 18.000 millones de las antiguas pesetas en la zona. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil halló este lunes una patera con 59 inmigrantes marroquíes, ocho de ellos menores, cuando navegaba a unos cinco kilómetros de la playa granadina de La Herradura, a unos ocho kilómetros de Almuñécar. Los inmigrantes, que fueron detectados aproximadamente a las siete de la mañana, fueron trasladados al puerto de Motril, donde llegaron tres horas más tarde. Al parecer los inmigrantes están todos bien, excepto dos de ellos, uno con contusiones leves y otro con un fuerte resfriado. En el puerto les esperaba un dispositivo del Equipo de Respuesta Inmediata (Erie) de la Cruz Roja, que les dio alimentos y ropas secas, pues venían con las suyas empapadas. La mayoría de los inmigrantes fueron trasladados al centro de acogida del Puerto de Motril a la espera de que la Policía Nacional tramite su repatriación, mientras que los menores han sido puestos a disposición de la Policía Adscrita de la Junta de Andalucia, que supervisará su situación. Este es el segundo contingente de inmigrantes que llega a las costas granadinas en menos de tres días.