La defensa de Abú Dahdah busca anular el testimonio que pueda condenarle

Jacobo Teijeiro, el abogado de Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah , el presunto líder de la célula de Al Qaida en España, busca la anulación del testimonio del procesado Abdulla Khayata Khatan, que podría ser un elemento de prueba decisivo para condenar a su cliente y a varios de los otros 23 acusados. El letrado centró ayer en ese objetivo sus argumentos, pero el tribunal ordenó leer y exhibir todos los documentos obrantes en el sumario que demuestran que el traslado a España de Khayata Khatan -fue detenido en febrero del 2004 en Jordanía- y su interrogatorio en la Audiencia Nacional cumplieron todas las garantías que establece el proceso penal. La confesión de seis horas de Khayata Khatan ante el juez instructor Baltasar Garzón, que el tribunal, a petición del fiscal, escuchó íntegra en la quinta y sexta sesiones del juicio, es una acusación rotunda contra Abú Dahdah, al que señala como el jefe de una red de reclutamiento de mujahidines en Madrid para su envío a las guerras de Bosnia, Chechenia y Afganistán, y como la persona que dirigía desde 1995 en la capital de España una estructura de financiación a grupos islamistas de todo el mundo, incluso mediante la comisión de hechos delitos (robos, estafas y drogas). La larga y detallada declaración de este sirio, para quien el fiscal pide nueve años de cárcel por pertenencia a banda armada, liga directamente a Barakat Yarkas con Mustafá Setmarian, uno de los dirigentes mundiales de Al Qaida; sitúa a seis de los procesados en un campo de entrenamiento de terroristas en Bosnia; y desvela los nombres de las personas que formaban el círculo más próximo de Abu Dahdah en España y sus principales actividades para internacionalizar la yihad (guerra santa). «Es un cuento chino» Khayata Khatan ha intentado en el juicio desdecirse de su declaración ante Garzón, con el argumento de que el juez y los policías pusieron las acusaciones en su boca, «que son un cuento chino». Pero el fiscal le hizo ver ayer que todas los testimonios van firmados por él, que durante su confesión se expresa con total espontaneidad y que, además, nunca pidió cambiar una sola coma de la declaración o realizar otra posterior que matizase lo dicho en la primera. «Ha llegado el momento de luchar contra los judíos» Faxes enviados por activistas palestinos a los procesados