Rajoy acusa a Zapatero de revitalizar a ETA y «traicionar a los muertos»

Cualquier atisbo de consenso entre el Gobierno y la oposición saltó por los aires en el pleno del Congreso cuando el presidente del PP, Mariano Rajoy, dejó claro que no hay espacios de coincidencia en las políticas nacionales, ni siquiera en la lucha contra el terrorismo. El líder de la oposición acusó al presidente del Gobierno de haber revitalizado a una «ETA moribunda» con un giro en la política antiterrorista que supone «traicionar a los muertos» y en la que, ya le advirtió, no contará con el apoyo de su grupo parlamentario. «Lo siento mucho, pero no puedo acompañarle», avisó Rajoy a Rodríguez Zapatero y declaró así el desmarque del PP de la política gubernamental contra el terrorismo. «No voy a respaldar que se negocie el futuro de España con los enemigos de España, no voy a recomendar que se pague un precio por la paz, no voy a firmar el armisticio de la derrota y no voy a humillar la dignidad de los españoles», añadió el presidente popular, que se presentó como el representante del único partido garante de los principios consagrados en el pacto antiterrorista. «Con uno de nosotros dos que pierda la cabeza ya es bastante, no pida usted que la perdamos los dos», abundó en la misma línea crítica con el presidente del Gobierno. Las conversaciones y reuniones entre el jefe del Ejecutivo y el lendakari vasco, Juan José Ibarretxe, fueron calificadas por Rajoy como «oscuros enjuagues» de los que aseguró no haber sido informado. Y atribuyó a la comunicación entre ambos dirigentes «hechos alarmantes» de la política vasca que le llevaron a preguntar si el Gobierno «ha dejado entrar» al PCTV en el Parlamento vasco porque «quiere pactar con ellos el futuro de España» y si Rodríguez Zapatero, Arnaldo Otegi e Ibarretxe «se proponen engañarnos a todos». Ley de Partidos El líder de la oposición denunció que el presidente del Gobierno está dispuesto a «saltarse la Constitución, fulminar la Ley de Partidos Políticos, deshacer el pacto antiterrorista, legalizar Batasuna, indultar a los asesinos, amordazar a las víctimas y entrometerse en Navarra» y dedujo que, de lo contrario, ETA no estaría dispuesta a sentarse a negociar. Le acusó de promover un pacto similar al suscrito por el PNV con Batasuna en Lizarra, para lo que dedujo que necesita soltar el «lastre» que supone el PP para conseguir tal objetivo. «A mí no me molesta el pacto, es a usted a quien le estorba», apuntó tras reafirmar su lealtad con el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo y antes de asegurar que es Zapatero quien se separa de sus principios. Incidió en la presencia de los comunistas vascos en el Parlamento de Vitoria, identificó esta formación política con la banda terrorista y culpó a Rodríguez Zapatero del regreso de «ETA a las instituciones vascas». La réplica al balance de gestión presentado por el presidente del Gobierno fue un análisis muy negativo, en ocasiones sarcástico, del primer año de los socialistas en el poder, en el que Rajoy endosó a Zapatero un país «crispado» y «dividido», muy alejado del «idílico panorama cargado de autocomplacencia». Tildó de «sectario», «débil» y «radical» a un Ejecutivo que «puso el país patas arriba», «desguazó la política anterior», provocó «la división de los españoles» e «hizo trizas el consenso del 78». Dijo que el Gobierno es «taimado», «maniobrero», que «esconde la verdad» y «disimula sus intenciones». Aseguró que al líder socialista le gusta «desenterrar el lenguaje de la guerra civil». Lo presentó como un político «que no escucha a nadie» aunque «presume de dialogar». Duración 48 segundo Tono Agresivo y sarcástico Interrupciones 22 aplausos del grupo popular y un aplauso final con todos los diputados del partido puestos en pie que obligaron a Mariano Rajoy a levantarse a saludar en dos ocasiones. Abucheos Cinco abucheos del PSOE y un incomprensible aplauso de los socialistas cuando el líder de la oposición les llamó radicales Idea «Rodríguez Zapatero se ha empeñado en ponerlo todos patas arriba»