Zapatero obvia el portazo de Rajoy y le tiende la mano para que entre en el pacto

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cerró ayer la fase de discursos e intervenciones del debate sobre el estado de la nación con una apelación al diálogo y a la unidad de los demócratas frente al terrorismo, y dando por «olvidadas» las acusaciones que la vípera le lanzó el líder del PP, Mariano Rajoy, acerca de que está «traicionando a los muertos» causados por ETA. Después de la intervención del portavoz del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, último orador que se preveía, Zapatero quiso volver a subir a la tribuna para exponer sus conclusiones de este primer debate sobre el estado de la nación como presidente. Tras agradecer todas las intervenciones, Zapatero reafirmó su apuesta por «el diálogo» como «valor esencial de la democracia». «Varios portavoces me han señalado que el diálogo no basta, y tienen razón, porque si el diálogo no desemboca en una acción política, se hace inútil. Pero cuando la acción política no viene precedida de diálogo, se transforma en imposición -aseveró-. Antes de actuar debemos deliberar y dialogar; así lo hemos hecho este primer año y así lo haremos en los años venideros». Zapatero quiso también referirse a Mariano Rajoy, con quien protagonizó el más duro duelo parlamentario de este debate. «Me he esmerado por separar sus razones de algunas de sus palabras con las que se expresó. Me quedo con las razones y prescindo de esas palabras». «Para mí (esas palabras) ya están olvidadas -proclamó, en medio de los aplausos de los diputados socialistas-. Ayer pedí que fueran retiradas, aunque fue en vano. Para mí ya están retiradas. Nunca se han dicho, nunca han sonado en esta Cámara». Zapatero reparó el mal sabor de boca que paladeó la víspera durante el debate con Mariano Rajoy con el apoyo que brindaron todos los grupos, salvo el PP, a su iniciativa de explorar vías para alcanzar el fin de la violencia. El presidente del Gobierno dijo que con semejante aval está dispuesto a «arriesgar lo que tengamos que arriesgar» para lograr la paz, y aunque los populares no apoyen la apertura de un proceso de pacificación, garantizó que se va a emplear «contra viento y marea» en la tarea. El jefe del Ejecutivo, lejos de frenarse por la falta de apoyo del primer partido de la oposición, dio varios pasos al frente y situó su propuesta de búsqueda del fin de ETA en un punto de no retorno. Rodríguez Zapatero recibió el aliento para avanzar por esa vereda de los portavoces del PNV, IU, Coalición Canaria y Grupo Mixto, apoyos que se sumaron al prestado la víspera por CiU y ERC. De esta forma, el presidente del Gobierno tiene carta blanca de todo el arco parlamentario, salvo del PP. «Si el diálogo no desemboca en una acción política se hace inútil. Pero cuando la acción política no viene precedida de diálogo, se transforma en imposición» JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO, presidente del Gobierno EL PORTAVOZ DE ERC Número de espectadores que vieron la intervención del diputado catalán El minuto más visto del debate fue a las 22.53 horas del miércoles, cuando intervenía el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Puigcercós ?l presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer, en la última jornada del debate del estado de la nación, que el noroeste de España necesita de mayor impulso y mayor celeridad en la construcción de las infraestructuras porque su crecimiento económico es menor. «Desde el punto de vista, no político, no de identidad política (...) sino de realidad socioeconómico, de problemas socioeconómicos, el noroeste de este país y el oeste en general tienen un crecimiento económico menor y necesitan mayor impulso, mayor celeridad en las infraestructuras, como estamos dando a la Ruta de la Plata y a actuaciones que afectan directamente a Extremadura», afirmó. José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo esta referencia durante su réplica al portavoz del (BNG), Francisco Vázquez, recordó que algunas provincias de Castilla y León tienen problemas muy similares a los que padece Galicia, y citó como ejemplo a León, que ha tenido la tasa más alta de todo el país, superior a Galicia y a cada una de sus provincias. Finalmente, precisó que cuando habla del noroeste de España hace referencia al espacio geográfico y no a una entidad política concreta que, a su juicio, está caracterizada por elementos comunes de problemas económicos, sociales y demográficos. «En buena medida el impulso para el mantenimiento de la población, para elevar la tasa de ocupación de Galicia está directamente vinculado con el esfuerzo hacia el noroeste de infraestructuras y también de actividad económica, como puede ser Asturias, León o una parte de Castilla y León». «Distingo plenamente un plano económico de vinculación natural, geográfica de lo que representa la identidad política, cultural e histórica de Galicia que, por otro lado, conozco como usted sabe con bastante intensidad», concluyó el presidente del Gobierno en su intervención.