Doscientos funcionarios más inspeccionarán las minas y las canteras
España busca que la seguridad privada luche contra Al Qaeda
El plan incluye la protección de objetivos sensibles con empresas de vigilancia
La Guardia Civil prepara un protocolo para coordinarse con las empresas de seguridad privada a fin de proteger instalaciones sensibles que puedan convertirse en objetivos de ataques terroristas de Al Qaeda en España. Esta iniciativa figura en el denominado Plan Estratégico Operativo del instituto armado, un documento que establece las líneas maestras y objetivos del cuerpo para lo que resta de 2005 y 2006. En este estudio, la Guardia Civil fija como «primer eje de la política de seguridad» la lucha contra el terrorismo, pero la irrupción de la amenaza islamista tras el 11-M ha hecho que los mandos del cuerpo se replanteen su estrategia, hasta ahora volcada en combatir a ETA. La gran preocupación de los especialistas, reflejada en el informe, es la posibilidad de un gran atentado del terrorismo islamista contra puntos estratégicos como refinerías, centrales nucleares o eléctricas, nudos de comunicación, puertos, aeropuertos o estaciones. Los objetivos Por ello, la Guardia Civil trabaja ya en elaborar un Plan de Seguridad de Puntos Sensibles en «plena coordinación con el ámbito de la seguridad privada y de las empresas afectadas». Se trata, explicaron fuentes del cuerpo, de hacer en primer lugar un catálogo con posibles objetivos de Al Qaeda en España y los puntos débiles en su protección. Y luego, con la información facilitada por los vigilantes privados, realizar un protocolo para mejorar sus defensas ante un eventual atentado. El objetivo es valerse de la ayuda de los vigilantes a fin de «disponer de un planteamiento específico para afrontar con rigor acciones terroristas dirigidas contra instalaciones de importancia estratégica». Los analistas del cuerpo parten de la base de que el «potencial» de las empresas de seguridad privada, sobre todo en lo referido a la información que manejan, está «infravalorado», a pesar de que en España hay más de 100.000 agentes encuadrados en un millar de compañías. Estos uniformados tienen, según la ley, la consideración de «auxiliares de las fuerzas de Seguridad del Estado». En esa línea, el plan hace hincapié en la necesidad de «conformar espacios de actuación concertada entre la Guardia Civil y la seguridad privada para la estrategia de seguridad estatal». Agentes especializados El temor ante un sabotaje integrista a gran escala impregna buena parte del Plan Estratégico, que también contempla la posibilidad de que ese atentado pueda hacerse con armas no convencionales. El programa para 2005-2006 de la Guardia Civil pasa por contar a finales del año que viene con 1.700 agentes con especialización ante un ataque NRBQ (nuclear, radiológico, biológico o químico). Fuentes de la institución informaron este viernes que, al margen de estos funcionarios especializados, la intención de Interior es tener operativo este mismo año Unidades de Primera Intervención NRBQ (con técnicos aún más cualificados) en Sevilla, Zaragoza y Madrid para cubrir todo el territorio nacional.