LA TÁCTICA LOCALIZADOR
Menos atentados y ningún muerto Título c18 complemento 3 líneas
Con las cuatro bombas colocadas ayer, ETA perpetró su sexto atentado en lo que va de año, ninguno con víctimas mortales. Los terroristas han adoptado la táctica de colocar artefactos explosivos unos días antes o después de algún acontecimiento relevante. En esta ocasión, han atentado dos días después de la presentación de la moción del grupo socialista que pide el aval del Congreso para que el Gobierno negocie el final de la violencia siempre que ETA renuncie al terrorismo. Una propuesta que se votará mañana en la cámara baja. El pasado 9 de febrero colocó un coche bomba con 30 kilos de cloratita en el complejo de oficinas del Campo de las Naciones, en Madrid, pocas horas antes de que los Reyes, en compañía del presidente de México, se trasladaran a ese mismo lugar a inaugurar una feria de arte contemporáneo. El 31 de enero, la víspera del debate del plan Ibarretxe en el Congreso, ETA hizo estallar un artefacto explosivo en un hotel de Denia. El 19 de enero, el mismo día que el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, afirmó -en respuesta a un cúmulo de rumores sobre la apertura de contactos con ETA- que «el conflicto sigue» y «el proceso de paz no existe», los terroristas hicieron estallar un coche bomba con 40 kilos de explosivo en la localidad vizcaína de Getxo. ETA, además, colocó tres bombas el 8 de enero en otras tantas empresas de San Sebastián, Bilbao y la localidad guipuzcoana de Ordizia a las que había exigido, al parecer sin éxito, el pago del impuesto revolucionario el mismo móvil de los cuatro artefactos que estallaron en esta ocasión. Dos años sin víctimas ETA, sin embargo, no ha causado víctimas mortales en sus atentados desde hace casi dos años. El último tuvo lugar el 30 de enero de 2003, cuando asesinó a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía en la población navarra de Sangüesa. Ese año, la organización terrorista perpetró 15 atentados, casi todos consistentes en la colocación de bombas, aunque también segó la vida de los dos policías mencionados y la del jefe de la Policía Municipal de la localidad guipuzcoana de Andoain, Joseba Pagazaurtundúa. En el 2004, la banda cometió 14 atentados, todos fueron colocación de bombas, aunque ninguno con víctimas mortales. ETA fracasó, sin embargo, en su intento de cometer uno de los atentados más sangrientos en Madrid. Texto